No hace tanto tiempo que París tenía fama de… digamos, ser un petit peu mucky. Calles cubiertas de colillas de cigarro, caca de perro sin fin y montones de contenedores sin recolectar eran estereotipos clásicos parisinos. ¿Y el turbio Sena? Bueno, se decía que estaba lleno de E.coli. Un chapuzón rápido podría dejarte atado al baño, o algo peor, durante días.
Pero parece que la ley de limpieza de 1.400 millones de euros de París está funcionando. Cuando falta un año para los Juegos Olímpicos de París, la capital francesa se encuentra en la última etapa de una limpieza histórica que pronto verá a los nadadores (¡y a los peces!) regresar al río Sena.
No solo se planean tres eventos olímpicos y paralímpicos (triatlón, maratón de natación y paratriatlón) en el Sena, sino que para el verano de 2025 habrá tres áreas de natación al aire libre accesibles al público.
La alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, reveló las áreas (Bras Marie, Bras de Grenelle y Bercy) y dijo que esta era una ambición de legado clave de la ciudad que alberga los Juegos Olímpicos por primera vez en 100 años. Gracias al proyecto masivo de regeneración del río que comenzó en 2018, los esfuerzos de limpieza del río han ido dando resultados de manera lenta, pero segura a medida que los peces comienzan a regresar y el agua se vuelve menos turbia.
¿Cómo lo hicieron? La solución ha sido atacar específicamente la contaminación de las aguas residuales mediante la construcción de un enorme tanque de agua de 46.000 metros cúbicos debajo de un jardín público en el margen izquierdo. ¡Es lo suficientemente grande como para contener el agua de veinte piscinas olímpicas! El tanque fue diseñado para almacenar el exceso de lluvia y reducir drásticamente (pero, en particular, no detener por completo) la cantidad de aguas residuales que se desbordan en el río.
Nadar en el Sena está prohibido desde 1923 debido a los altos niveles de contaminación, un problema que se remonta a siglos atrás, donde los cuerpos de las guerras religiosas del siglo XVI solían arrojarse al río. Con nuevas pasarelas y playas temporales establecidas en los últimos años a lo largo del río, y ahora tres nuevas áreas dedicadas a la natación, los parisinos y los visitantes esperan con ansias la nueva y emocionante vida del Sena.
