Jornadas de desesperación son las que se viven en la localidad argentina de El Bolsón. Precisamente, desde el pasado domingo 24 de enero, el fuego comenzó a desatarse en la zona de Cuesta del Ternero, a unos 15 kilómetros de El Bolsón, en Río Negro. Según ha trascendido, la magnitud es tal que al menos aseguran que la prioridad de los especialistas es preservar la vida de los más de 100 trabajadores que luchan contra las llamas y proteger las viviendas.
Situado en la provincia de Río Negro, en el norte de la Patagonia, El Bolsón se encuentra a orillas del río Quemquemtreu, en un valle repleto de árboles frutales. Allí, se registran incendios que continúan fuera de control y ya han arrasado 6.500 hectáreas.
Según informó el Gobierno de Río Negro, que coordina las tareas a través de la Dirección de Protección Civil e indicó que este mediodía llegará a la zona la gobernadora Arabela Carreras, los pobladores de la zona rural fueron evacuados de manera preventiva y el fuego ya afectó unas 6.500 hectáreas.
Por lo pronto, más de 50 brigadistas del Splif de Bariloche y El Bolsón, además de bomberos voluntarios de la Comarca Andina y combatientes del Servicio Nacional de Manejo del Fuego retomaron durante la mañana de este martes 26 de enero las tareas para intentar detener el avance de las llamas que ayer afectaron una vivienda de pobladores rurales, provocando daños materiales.
En paralelo, los incendios se están combatiendo por tierra y por aire con dos aviones del Servicio nacional del manejo del Fuego y dos helicópteros. Asimismo, en El Bolsón, el municipio dispuso camiones de agua para abastecer las autobombas y también participan en el combate bomberos de otras localidades de la comarca andina.
En cuanto al origen del fuego, Nicolás De Agostini, Jefe del Área Técnica del Servicio de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, precisó: “Hay diferentes versiones sobre cómo comenzó el fuego. Cuando tengamos un rato sin tener que combatir el incendio vamos a ver el tema con mayor profundidad. Por un lado se sospecha que fue intencional y, por el otro, que fue un descuido, que por las condiciones del día de mucho viento tras una seguidilla de muchos días de calor, el fuego cobró un comportamiento extremo”.
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