Una nueva era de la guerra submarina está surgiendo con la presentación de los drones submarinos «Tiburón Fantasma» y «Manta Raya» por parte de Australia y Estados Unidos, respectivamente.
Estos prototipos, que podrían ser el futuro de las defensas navales en el Pacífico, han llamado la atención de expertos militares y estrategas por igual. Apodados como si fueran personajes de una película de superhéroes, estos vehículos submarinos autónomos prometen cambiar el panorama de la guerra submarina al minimizar el riesgo para la vida humana mientras ejercen poder en las profundidades marinas.
Si bien el uso de drones en la guerra aérea se ha vuelto común, su aplicación en las profundidades del océano presenta desafíos únicos. La comunicación submarina requiere más energía y sufre importantes pérdidas de datos debido a variables ambientales como la temperatura y la salinidad del agua. Sin embargo, Australia y Estados Unidos están demostrando avances notables en esta área, con la presentación rápida de estos innovadores prototipos.
El «Tiburón Fantasma«, desarrollado por Australia, se ha calificado como «los vehículos autónomos submarinos más avanzados del mundo», según el Ministerio de Defensa australiano. Por su parte, el «Manta Raya» de Estados Unidos destaca por su modularidad, lo que permite cambiar la carga útil según la misión. Ambos proyectos representan un avance significativo en la tecnología militar submarina y podrían tener un impacto duradero en las estrategias de defensa naval.
A medida que estos drones submarinos entran en el escenario mundial, otros países también están desarrollando sus propias capacidades en este ámbito. Desde China hasta Corea del Sur y el Reino Unido, la carrera por la supremacía en la guerra submarina está en pleno apogeo. Sin duda, estamos presenciando el surgimiento de una nueva era en la guerra en el océano profundo.