La inflación encubierta: ¿por qué estamos pagando más por menos?
En los últimos años, un fenómeno ha comenzado a llamar la atención de los consumidores en todo el mundo: el tamaño de los productos que compramos con frecuencia está disminuyendo sin que su precio baje. Esta práctica, conocida como shrinkflation, se ha convertido en una estrategia común de las grandes marcas para mantener sus márgenes de ganancia sin subir los precios de manera visible. Sin embargo, el consumidor termina perdiendo: paga lo mismo o incluso más por una cantidad menor del producto que solía recibir.
Esta tendencia ha generado una ola de publicaciones virales en plataformas como Reddit y foros de consumidores, quienes han comenzado a documentar con fotos comparativas cómo los productos favoritos de muchas personas se están achicando frente a sus ojos.
¿Qué es el shrinkflation?
El término shrinkflation es una combinación de las palabras en inglés “shrink” (encoger) e “inflation” (inflación). Se trata de una forma sutil de inflación en la que las empresas reducen el tamaño o la cantidad de sus productos sin reducir los precios, o incluso subiéndolos sigilosamente.
A diferencia de la inflación tradicional, donde los precios suben claramente, el shrinkflation engañosamente da la impresión de que todo sigue igual. Solo hasta que prestamos atención al peso neto, al número de unidades en un paquete o al tamaño verdadero del envase, notamos que estamos recibiendo menos .
Este fenómeno ha sido reportado a nivel global
De acuerdo a un informe del propio Office for National Statistics del Reino Unido, entre 2015 y 2017 más de 2,500 productos alimenticios y de bebidas fueron objeto de shrinkflation. Esto no se limita a un tipo de producto en particular, sino que varía desde chocolates hasta productos de limpieza.
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A continuación, te compartimos algunos ejemplos recopilados por usuarios de internet que muestran de forma clara cómo el shrinkflation ha afectado sus productos cotidianos .
1. Las barras de chocolate ya no son lo que eran 
Un ejemplo clásico es el de las barras de chocolate Toblerone. En 2016, la compañía dueña de la marca cambió el icónico diseño para espaciar más entre sus triángulos, reduciendo el peso de 170g a apenas 150g, generando indignación global. Aunque posteriormente volvieron al tamaño anterior, este acto fue un claro caso de shrinkflation.
2. Papel higiénico con menos hojas 
Usuarios de Reddit han compartido imágenes mostrando rollos modernos de papel higiénico de marcas reconocidas con menos hojas por rollo o hojas más pequeñas comparadas con versiones anteriores.
3. Snacks con aire extra 
Las bolsas de papas fritas son infames por su gran contenido de aire. Sin embargo, más allá de lo visual, el peso neto es cada vez menor, aunque la bolsa luzca igual o más grande.
4. Productos del hogar reducidos sin anunciarlo 
Desde detergentes hasta shampoos, muchos productos de cuidado personal y del hogar han reducido sus mililitros sin modificar sus envases. Algunos ejemplos detectados muestran botellas con el mismo diseño pero con capacidades inferiores: de 500ml a 450ml, por ejemplo.
¿Cómo afecta esto al consumidor?
Este tipo de prácticas provoca una pérdida de poder adquisitivo silenciosa. Incluso si los precios se mantienen iguales, el hecho de recibir menos significa que terminamos gastando más a largo plazo para adquirir la misma cantidad de productos que antes .
En términos estadísticos, este fenómeno complica el seguimiento real del impacto de la inflación en los hogares. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS), el shrinkflation ha hecho que algunos índices de precios reflejen una inflación más baja de la que realmente están experimentando los consumidores.
¿Es legal el shrinkflation?
Sí, es completamente legal mientras el etiquetado del producto refleje correctamente su peso o contenido. No obstante, muchos expertos en derechos del consumidor consideran que es una práctica desleal, ya que juega con la percepción visual del cliente y explota su desconocimiento.
¿Qué podemos hacer como consumidores? 
A pesar de que el shrinkflation es difícil de evitar por completo, existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a estar mejor protegidos:
- Comparar el precio por unidad: No te dejes llevar solo por el precio total. Revisá cuánto estás pagando por 100g, 1L, etc.
- Guardar envases antiguos: Muchos consumidores usan comparaciones fotográficas para reclamar ante las marcas o compartir en redes.
- Elegir marcas blancas: En varios casos, las marcas de supermercado mantienen tamaños y buena calidad sin subir tanto los precios.
- Comprar al por mayor: Algunos productos tienen mejor relación costo/cantidad en presentaciones familiares.
¿Cómo responder al shrinkflation a nivel social?
También es posible generar conciencia colectiva. Publicar comparaciones en redes sociales, alertar a otros consumidores y hacer llegar comentarios y reclamos a las compañías son formas efectivas de presionar por mayor transparencia. Algunas campañas exitosas han conseguido que marcas revieran sus decisiones gracias a la presión pública.
Reflexión final: ¿estamos condenados a gastar más por menos?
El shrinkflation representa un cambio importante en los hábitos de consumo y una advertencia sobre cómo las estrategias económicas de las empresas pueden repercutir directamente en nuestro bolsillo. Mientras se mantenga como una práctica legal y poco regulada, es tarea de los consumidores mantenerse informados y atentos.
Aunque puede resultar frustrante, estar conscientes de lo que ocurre nos da poder para tomar decisiones más inteligentes. Y aunque tal vez no salvemos al mundo evitando que nuestra barra de cereal tenga 10g menos, al menos sabremos a qué jugamos cada vez que vamos al supermercado .
Si querés conocer más sobre cómo la economía afecta tu vida cotidiana, podés visitar fuentes oficiales internacionales como el Fondo Monetario Internacional o