Descubriendo la magia de Marrakech 
Viajar a Marrakech es sumergirse en un universo de colores vibrantes, aromas especiados y sonidos hipnóticos que te transportan a otro tiempo. Esta ciudad marroquí, conocida como la “Ciudad Roja” por el color de sus edificaciones, es un destino imprescindible para quienes buscan una escapada cultural, gastronómica y sensorial. Si dispones de solo tres días para conocerla, esta guía te ayudará a aprovechar al máximo tu estadía y descubrir lo mejor que tiene para ofrecer.
Día 1: Explorando la Medina y empapándote de historia
Empieza en la Plaza Jemaa el-Fnaa 
Este vibrante corazón de Marrakech es el punto de partida perfecto para tu aventura. Jemaa el-Fnaa es una plaza siempre bulliciosa, donde encantadores de serpientes, músicos, cuentacuentos y vendedores ambulantes se mezclan con locales y turistas. Desde temprano por la mañana hasta altas horas de la noche, este lugar nunca duerme.
Recomendación: Llega temprano para evitar las multitudes y disfruta de un té de menta en alguna de las terrazas que rodean la plaza. Así tendrás una vista panorámica ideal para tomar fotos y observar el caos ordenado desde una perspectiva tranquila.
Recorre los laberintos del Zoco 
Adyacente a Jemaa el-Fnaa y extendiéndose en múltiples direcciones, el zoco de Marrakech es un despliegue visual y sensorial. Aquí puedes encontrar desde especias y alfombras hasta lámparas artesanales y ropa tradicional.
No te pierdas:
- El Zoco de los Tintoreros, donde podrás ver el teñido de telas tradicional.
- El Zoco de los Hierros, lleno de artesanos trabajando el metal en tiempo real.
Consejo: Prepárate para negociar. El regateo es parte del encanto y es casi obligatorio
Visita la Madraza Ben Youssef 
A un corto paseo desde el zoco te encontrarás con este antiguo colegio islámico, que data del siglo XIV. Su arquitectura con intricados mosaicos y estucos es simplemente fascinante.
Bonus: Este sitio fue reabierto al público después de una restauración a fondo, por lo que luce más impresionante que nunca.
Cena tradicional en un riad 
Cierra tu primer día con una cena en un riad —las casas tradicionales marroquíes convertidas en alojamientos o restaurantes. Lugares como Dar Yacout o Le Tobsil ofrecen menús degustación en ambientes mágicos, con música en vivo y decoración digna de un cuento de Las Mil y Una Noches.
Día 2: Jardines y palacios imperdibles
Comienza con el Jardín Majorelle 
Posiblemente el jardín más famoso de Marrakech, el Jardín Majorelle fue diseñado por el artista francés Jacques Majorelle y más tarde adquirido y restaurado por Yves Saint Laurent. Aquí encontrarás especies exóticas de plantas, fuentes, caminos color cobalto y el museo de arte bereber.
Entrada anticipada: Compra tus tickets online para evitar las largas filas. Puedes hacerlo a través del sitio oficial del jardín: jardinmajorelle.com
Descubre el Palacio de la Bahía 
Este hermoso palacio del siglo XIX fue construido para ser el más grande de su época. Con patios adornados con mosaicos, techos tallados y jardines perfumados de naranjos, es una muestra exquisita de la arquitectura andalusí y marroquí.
Tips de fotografía: Llega temprano para capturar postales sin multitudes.
Relájate en un hammam tradicional 
No puede faltarte una experiencia en un hammam. Este baño de vapor al estilo turco es parte de la cultura marroquí desde hace siglos. Te recomendamos algo auténtico como Hammam de la Rose o el lujoso Royal Mansour Hammam si buscas un mimo top.
Descubre la escena culinaria moderna
Marrakech no solo es tradición: la ciudad está aumentando su reputación gastronómica con propuestas modernas y fusionadas. Visita el restaurante Nomad o el Café des Épices para degustar platos que combinan lo mejor de la cocina marroquí con técnicas contemporáneas.
Día 3: Aventuras, arte y atardeceres inolvidables
Excursión por el desierto o el Valle de Ourika 
Dedica tu tercer día a explorar los alrededores. Si bien el Sahara está algo lejos para un paseo de día completo, hay opciones más accesibles:
- Paseo en camello o quad en el palmeral de Marrakech.
- Excursión al Valle de Ourika, a solo una hora, con senderismo, cascadas y aldeas bereberes.
Estas actividades se pueden reservar fácilmente desde tu hotel o a través de plataformas como GetYourGuide o Viator.
Visita el Museo Yves Saint Laurent 
A pocos pasos del Jardín Majorelle, este museo rinde homenaje al famoso diseñador francés y su profunda conexión con Marruecos. Incluso si no sos amante de la moda, su arquitectura moderna y sus exposiciones cautivan.
Despedite con un atardecer en una terraza 
La mejor forma de cerrar tu estancia en Marrakech es disfrutar de un atardecer sobre la ciudad rojiza. Terrazas como Rooftop at El Fenn o Le Salama en la medina ofrecen vistas inmejorables, cócteles de autor y una atmósfera encantadora.