En la búsqueda de destinos que despierten emociones y creen recuerdos inolvidables, viajar a la ciudad de Québec, Canadá, se presenta como una elección inigualable. Conocida como el «París de América«, esta ciudad se alza como uno de los destinos más románticos del mundo, comparándose con joyas europeas como Venecia, San Miguel de Allende y Roma. En este artículo, te invitamos a explorar las razones por las cuales Québec merece un lugar en tu lista de viajes, ya sea que busques el calor del verano o quieras vivir la mágica experiencia del invierno. Además, descubrirás el icónico Le Château Frontenac, el hotel más fotografiado del mundo y un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Un Toque de Europa en América
Desde el momento en que pones un pie en Québec, sentirás que has cruzado el océano Atlántico. Sus calles empedradas, elegantes casas junto al río y su deliciosa gastronomía, influenciada por la cultura francesa, te transportarán a un rincón europeo en el corazón de Canadá. Viajar aquí es más accesible de lo que imaginas, con el dólar canadiense ofreciendo una ventaja económica para los viajeros internacionales.
La vieja Québec está protegida por una impresionante muralla y un imponente fuerte militar. Más allá de sus muros, encontrarás una ciudad vibrante, llena de vida, terrazas, restaurantes y oportunidades para sumergirte en la cultura local. Con más de 400 años de historia, Québec ofrece experiencias que difícilmente olvidarás, ya sea visitando en verano, cuando la ciudad se llena de turistas, o en invierno, con su encanto único.
Una manera emocionante de llegar a Québec es cruzando las frías aguas del río San Lorenzo en ferry desde Levy. Esta travesía te hará sentir como los colonos franceses que llegaban a este puerto hace siglos, conectando de manera única con la historia de la ciudad.
Québec te brindará momentos mágicos que atesorarás para siempre. Desde desayunar en terrazas con vistas al río San Lorenzo y una villa francesa hasta degustar deliciosos huevos benedictinos acompañados de tocino con jarabe de arce y un reconfortante chocolate caliente. Después del desayuno, podrás emocionarte deslizándote por toboganes de hielo a velocidades impresionantes o explorar el encantador vecindario Petit Champlain. Para aquellos interesados en la historia, los históricos Campos Abraham ofrecen una ventana al pasado, y lo mejor de todo es que todo esto se encuentra a menos de 500 metros del famoso Le Château Frontenac.
Le Château Frontenac: Un Tesoro de Patrimonio Mundial:
Le Château Frontenac, el hotel más fotografiado del mundo, no es solo un lugar para hospedarse, sino una atracción turística en sí mismo. Con una historia que se remonta a 125 años, este majestuoso edificio ha sido testigo de la visita de la Reina Isabel, ministros de gobierno, actores y viajeros que han soñado con estar aquí. En el invierno, mientras las temperaturas caen a -20°C, este hotel te ofrece un oasis de relajación en su spa, habitaciones renovadas y una experiencia de mixología sin igual en Québec.
Dentro de las 18 plantas y más de 600 habitaciones de Le Château Frontenac, encontrarás restos históricos de las primeras casas de los gobernadores ingleses, y su arquitectura evoca la magia de Hogwarts en una versión canadiense. El servicio del personal, con su encanto francés, te hará sentir como en casa.
Québec, una ciudad que combina la elegancia europea con la calidez canadiense, se erige como un destino verdaderamente inolvidable. Tanto si buscas romance como si deseas explorar su historia y cultura, Québec te brindará experiencias que te dejarán maravillado. Al hospedarte en Le Château Frontenac, te sumergirás en la historia y el encanto de esta joya canadiense, que ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Vive la magia de Québec y crea recuerdos que perdurarán para siempre en tu corazón y en tus fotos.
