Las playas de Cancún y las de la costa caribeña de la península mexicana de Yucatán ahora están libres de sargazo, según el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.
Joaquín dijo que no ha habido un resurgimiento significativo de las algas en las últimas semanas, según informó el Mexico News Daily.
«Estamos esperando más infraestructura, más barcos, más barreras que funcionen en coordinación con la marina, lo que ha dado buenos resultados hasta ahora», dijo.
Según la red de monitoreo de sargazo de Cancún, la mayoría de las playas reportaron bajo nivel de sargazo a partir de la semana pasada.
Las autoridades mexicanas estaban preocupadas de que la afluencia de algas podridas en algunos de los destinos turísticos más populares del país causaría una caída en el turismo, lo que contribuye con un 8,7% al producto interno bruto de México y tiene un valor de aproximadamente $ 23 mil millones anuales.
Los grupos hoteleros también han emprendido acciones para limpiar las playas de arena blanca para los turistas.
Grupo Xcaret, que opera el Hotel Xcaret México, dijo que tiene un control de monitoreo aéreo, realizado diariamente para determinar el nivel nocturno de sargazo acumulado a lo largo de la costa. Luego es recogido al amanecer por personal capacitado, que es cauteloso de no interferir con el ecosistema marino, y lo lleva a las instalaciones de procesamiento del Grupo Xcaret para su composición.
Bahia Principe Hotels & Resorts ha implementado un sistema de barrera no invasivo y vio una «reducción del 95%» de sargazo en sus propiedades en México. El sistema fue ensamblado por un equipo de biólogos marinos, oceanógrafos, ingenieros y buzos, y funciona con respecto a la fauna y flora marina.
Causados por un exceso de nutrientes que se lavan en los ríos y fluyen hacia el océano, el aumento de los niveles de nutrientes y nitrógeno promueve el crecimiento de las floraciones de algas y algas. Una vez que se lavan en tierra, las algas mueren y comienzan a descomponerse. Los gases tóxicos se liberan al aire, causando un olor a huevo podrido, mientras que el ácido y los metales pesados quedan en el mar, alterando los niveles de acidez del agua y agotando aún más el oxígeno.
Más allá de ser una molestia para los turistas, el sargazo sofoca el arrecife y los ecosistemas circundantes. Las grandes esteras han provocado la muerte de diferentes tipos de peces, pepinos de mar, erizos de mar y cangrejos. Los más afectados son los pescadores de langosta, que han visto una reducción en el suministro.
