El acontecimiento que marca un hito a nivel historia y cultura popular tuvo lugar el lunes 23 de mayo por la mañana: Nueva York retiró la última cabina pública de teléfono que quedaba en funcionamiento, poniendo fin a una tradición que ha mermado durante décadas en cómics, fotos, cine y televisión inspirada en la «Gran Manzana». Según han indicado, la ciudad conservará unas cuatro cabinas a modo de recordatorio.
Del ya inevitable suceso participaron las autoridades municipales y el presidente del barrio de Manhattan, Mark Levine, quienes hicieron desmontar y colocar en un camión la última “booth” con dos teléfonos. La misma había estado durante años situada en la esquina de la 7ª avenida y la calle 50, en el centro de la Gran Manzana, marcada por el logo de campana azul de la empresa de telecomunicaciones Bell System.
“Estuve ahí hoy para el último adiós del famoso -¿o vergonzoso? – teléfono de pago de NYC. No echaré de menos su falta de tono pero tengo que reconocer que he sentido un nudo en el estómago nostálgico al verlo partir”, escribió al respecto Mark Levine en Twitter. Aún así dijo que realmente no echa de menos la época en la que estos teléfonos funcionaban una de cada dos veces, donde había que rebuscar en los bolsillos una moneda de 25 céntimos o hacer fila para llamar en plena calle a la vista de los transeúntes.
Cabe destacar que conforme surgieron los teléfonos móviles en la sociedad, los teléfonos públicos empezaron a desaparecer del paisaje neoyorquino a principios de los años 2000. Este fenómeno fue aún más dramático y explícito con la explosión de los teléfonos inteligentes, provocando cada vez más el abandono de la cabina pública. Por ejemplo, ya a partir de 2015 Manhattan impulsó la instalación de miles de terminales LinkNYC que ofrecen WiFi y llamadas locales gratuitas. Estos nuevos puntos de acceso se irán conectando progresivamente a la red 5G.
Tal parece que, aunque ya hayan caído en desuso, Nueva York albergará en el barrio de Mahnattan unas cuatro cabinas telefónicas cerradas a modo de «homenaje»: las mismas están situadas en el Upper West Side, en la avenida West End al nivel de la calles 66, 90, 100 y 101.