Retratos urbanos: la mirada de lo cotidiano para encontrar la belleza de lo que nos rodea

gustavo muriel
Redactor
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Las ciudades son espacios complejos. Su gente, el tráfico, el ruido, el individualismo constante aturde a quienes son parte de ella. Crea rutinas alienantes, ritmos acelerados, filas eternas. Salir a calle es una tranformación de la persona, es salir a la jungla donde hay que primerear en el semáforo, llegar antes, terminar rápido. Vaya a saber uno para qué, si muchas veces no prestamos atención a lo que hacemos, a quiénes tenemos alrededor, a qué está sucediendo ahí… justo atrás de la pantalla del celular que nos avisa que hay un nueva publicación en Instagram.

La definición de romanticismo habla de un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII. Una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, dándole importancia al sentimiento.

Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante.

Uno pensaría que las fotos atractivas de una ciudad corresponderían a sus edificios más emblemáticos, monumentos, espacios concurridos, parques, iglesias, sitios turísticos. Aunque, según la definición anterior, no habría nada de romántico en eso. Sacarse las mismas fotos que todos, en los mismos lugares, con la misma pose y filtros, es solo una imitación constante y, porque no, una demostración de ese deseo de pertenecer. Algo que instagram ha generado en los viajeros: la falta de búsqueda de nuevas experiencias, la copia fácil; no ver la belleza por fuera de lo que nos dicen que es bello.

Y las ciudades son espacios llenos de belleza. En lo cotidiano, en quienes allí habitan, en sus historias, en las esperas, en las risas de un grupo de amigos, la picardía de los pequeños, las miradas de los abuelos. Sólo hay que detenerse a observar; o retratarlo. Algo que Gustavo Muriel hace increíblemente desde hace ya un tiempo: congelar momentos e historias a través de su cámara, y por suerte, lo comparte con todos nosotros.

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Foto: Gustavo Muriel

Nací en Berisso (partido de La Plata, Argentina), a partir de la Universidad me vine a vivir a La Plata, más por mérito de la novia de aquel momento que por la carrera, nos cuenta Gustavo, psicólogo desde hace cerca de 25 años

¿Cuánto hace y cómo llega la fotografía a tu vida?

Llega hace más de 30 años, y con mucha fuerza. Cuando comenzaba a estudiar. De hecho me pagué la carrera trabajando como fotógrafo. Cuando me recibí decidí apostar a la profesión pero continué fotografiando para mí, sin fines de lucro.

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(Haciendo referencia a tu obra) ¿Por qué retratos…?

Desde el principio tuve el impulso de salir a la calle con la cámara, incluso antes de tener cámara propia. Empecé con una Canon A1 que un amigo le sacaba a escondidas al padre y me la prestaba. Ni bien pude me compré mis propios equipos. De ese impulso a salir a la calle surgieron las primeras imágenes que, a la hora de mostrarlas las titulé “Retratos Encontrados”. En aquella época no se hablaba de la Street Photography, tan de moda hoy.

Mi primera muestra se llamó así y se fue ampliando con el tiempo, mi página de fotografías tiene el mismo nombre, porque predominan los retratos pero también los sentimientos encontrados que generan esas imágenes espontáneas. Luego se fueron agregando las otras series: las de Carnaval, los circos de barrio y otras series de largo aliento que se fueron armando con años de trabajo sostenido.

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Foto: Gustavo Muriel
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Foto: Gustavo Muriel

¿Quiénes son tus referentes o en quién te inspirás?

Mi trabajo está principalmente marcado por el registro y el documentalismo. Creo que al principio era algo más romántico, más influenciado por Cartier Bresson, Doisneau y ese tipo de autores, luego perdió algo de lirismo. Siempre estuvo presente el humor y algunas veces la interpelación, cuando no la provocación. Creo que me nutrí de muchos autores, pero destaco a Garry Winogrand, Avedon, Elliot Erwitt, Koudelka… imposible hacer la lista completa,

¿Qué buscás transmitir en las fotos? 

 No me interesa la abstracción ni lo conceptual, aunque hay una idea detrás de mis fotos. No soy muy contemporáneo que digamos, pero no me aflige. Me gusta la gente. Su aspecto y actitud cuentan una historia. Busco las preguntas que surgen de cada mirada. No soy de andar con sutilezas, mis fotos te pueden gustar o disgustar, pero no te dejan indiferente, o eso intento.

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Foto: Gustavo Muriel
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Foto: Gustavo Muriel

¿Qué lugares te inspiran, dónde encontrás más historias?

En general exploro espacios delimitados. Un paseo por el hipermercado Walmart, determinados barrios, los circos, ciertas playas. Mi trabajo tiende a organizarse como si contara algo de un lugar. No es planeado, mi cabeza funciona así. Tengo muchas series que se definen por el lugar. Sobre todo cuando ese lugar tiene su idiosincrasia, ya sean las playas de río o Punta del Este, La calle Nueva York (Berisso, Argentina) o un Shopping.

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Foto: Gustavo Muriel
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Foto: Gustavo Muriel

¿Cómo logras esas fotos… cómo es el vínculo con las personas que se dejan retratar y cómo hacés en el caso que es inadvertida?

La mayoría de mis fotos son robadas, para no interferir con la escena. Incluso muchas son tomadas a pura muñeca, sin ver por la pantalla o el visor. Varias series fueron hechas a ciegas, Walmart, la feria paraguaya, lugares muy concurridos.  Pero muchas veces le propongo a esa gente desconocida que pose para un retrato, y la recepción es buena, creo que perciben que hay un acto de amor en el retrato, aún hoy con lo difícil que es esta época, me abren sus puertas y me permiten entrar en sus vidas.

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Foto: Gustavo Muriel

Otras veces se descubren en la página o Instagram, una única vez una mujer me pidió que retirara el retrato, era muy tímida, en general recibo agradecimientos. Durante muchos años las personas que retraté eran en su mayoría anónimas. A partir de las redes sociales esos rostros recuperaron sus nombres, en muchos casos al menos. Personas que fotografié hace más de 20, hasta 30  años, de repente se encontraron o fueron encontradas por sus familiares. Entonces comencé una serie inesperada para mí, “Retratos Reencontrados”, que me permitió también regalarles una copia de aquellos viejos retratos.

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Foto: Gustavo Muriel

¿En un contexto de fotos snob, selfies o con temáticas cliché (y dónde todos juegan a ser fotógrafos) qué lugar creés ocupa tu registro ?

Creo que lo que principalmente diferencia hacer fotografía del salir a fotear tan de moda hoy es principalmente el compromiso puesto en la actividad. Siempre salgo con una cámara.  Le dedico tiempo y esfuerzo, soy capaz de detenerme o desviarme de mi camino porque me importa la foto que hago. Las copio en papel, las someto al escrutinio y juicio del otro. Todo eso tiene un valor para mí. Y cuando la foto sale bien, siento que ese trabajo valió la pena.

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Foto: Gustavo Muriel
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Foto: Gustavo Muriel
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Foto: Gustavo Muriel

¿A los que les gusta tu obra, qué otros fotógrafos, les recomendarías?

Los mencionados, Diane Arbus, Daido Moriyama, todos los callejeros, Sander, También hay mucha sangre nueva por descubrir. No sé si mis fotos son tan valiosas como para referirlos, la mención corresponde más a un agradecimiento por lo que me han mostrado del mundo…

Pueden seguir sus trabajos en su instagram o página de Facebook

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