Revelstoke, anidada en el bosque pluvial templado interior de la Columbia Británica, se erige como un paraíso invernal y un destino único para los amantes de la nieve. Este rincón canadiense, reconocido por su épica cantidad de nevadas, alberga Revelstoke Mountain Resort (RMR), la estación de esquí con el mayor desnivel de Norteamérica: impresionantes 1712 metros.
La historia de Revelstoke está marcada por récords notables, como los 20 metros de nieve caída en un solo invierno en 1971-1972, estableciendo un hito norteamericano. En la actualidad, el resort recibe entre 1000 y 1200 centímetros de nieve cada temporada, convirtiéndolo en un destino privilegiado para esquiadores, snowboarders y amantes de las raquetas de nieve.
Los bosques pluviales del interior, raros y presentes principalmente en regiones como Siberia y el este de Rusia, dotan a Revelstoke de una belleza única. En estos ecosistemas, la humedad se manifiesta en forma de nieve, creando un escenario idílico para los entusiastas de los deportes de invierno.
Revelstoke no solo es un destino para expertos en nieve polvo, sino también un lugar donde se fomenta la creatividad. El Revelstoke Outdoor Art Movement (ROAM) ha integrado discretamente obras de arte entre los árboles, ofreciendo a los visitantes una experiencia única y sorprendente.
La estación de esquí ha innovado esta temporada al trasladar su escuela de esquí a la cima del telecabina e introducir un remonte de superficie llamado Cupcake Carpet, destinado a principiantes y familias. Además, Revelstoke cuenta con 32 kilómetros de senderos para esquí de fondo, mantenidos por el Club de Esquí Nórdico de Revelstoke, que también ofrece seis kilómetros dedicados a las raquetas de nieve.
Para los amantes del esquí de travesía, Revelstoke es mundialmente famosa, especialmente en Rogers Pass, en el Parque Nacional de los Glaciares de Canadá. Este lugar, caracterizado por una media de 9 metros de nieve anual, ofrece una experiencia excepcional tanto por la cantidad como por la calidad de la nieve.
Explorar la ciudad de Revelstoke es sumergirse en su pasado ferroviario, con el Museo del Ferrocarril y el Museo y Archivos de Revelstoke que narran la rica historia de la ciudad. Desde su conexión vital como centro de transporte hasta su arraigada cultura del esquí desde la década de 1890, Revelstoke invita a los visitantes a descubrir la intersección entre su pasado y su presente, incluida la exposición «Sinixt: Pueblo del Lugar de la Trucha Toro«, que revela la riqueza de su herencia indígena.