El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat ha dado un paso hacia el futuro con la implementación exitosa del reconocimiento facial como sistema de acceso al control de seguridad y al avión. Este innovador enfoque, desarrollado con tecnología biométrica, surge tras el proyecto piloto llevado a cabo por Aena y Vueling en 2021, marcando el fin de la era de la tarjeta de embarque tradicional.
La nueva tecnología biométrica permite a los pasajeros acceder a sus vuelos de manera rápida y sin complicaciones, eliminando la necesidad de mostrar documentación o tarjetas de embarque. El sistema, aún en fase inicial, está disponible en los filtros de seguridad y en las puertas de embarque de vuelos selectos, tanto nacionales como internacionales, con la intención de expandirse a más vuelos en los próximos meses.
¿Cómo funciona?
Los viajeros que deseen aprovechar este avance deben descargar la aplicación de Aena y registrarse en el sistema biométrico. Este proceso inicial solo se realiza la primera vez, y en vuelos posteriores, activar el reconocimiento facial es tan sencillo como utilizar la función ‘Gestiona tu reserva‘ después de haber realizado la reserva. Actualmente, esta opción está disponible para los clientes de Vueling, Iberia, Air Europa y Binter.
En cuanto a la seguridad de los datos biométricos, Aena garantiza su custodia, impidiendo que las aerolíneas tengan acceso a la información para uso propio o su cesión a terceros.
Este sistema, que se prevé como el estándar para los viajes en los próximos años, ya ha sido implementado con éxito en otras rutas, como Barcelona-Málaga, y ha expandido su alcance a aeropuertos en Madrid, Palma, Menorca e Ibiza. Además, se tiene prevista su instalación en los aeropuertos de Tenerife Norte y Gran Canaria en los próximos meses. La medida no solo simplifica los procedimientos en los aeropuertos, sino que también representa un paso crucial hacia la digitalización completa de los trámites de viaje.
