Un cometa se acerca a la Tierra por primera vez en 50.000 años: según la NASA, la bola de nieve sucia nos «visitó» por última vez en tiempos de los Neandertales. Es decir, podríamos afirmar que hace más de 50.000 que no ocurre algo similar. El cometa verde se acercará a 42 millones de kilómetros (26 millones de millas) el miércoles antes de alejarse nuevamente para no regresar, probablemente, en millones de años.
Descubierto hace menos de un año, el inofensivo cometa verde es visible en el cielo norteño nocturno con binoculares o pequeños telescopios, y posiblemente a simple vista en los rincones más oscuros del hemisferio norte. Se volverá más brillante a medida que se acerca y se alza más sobre el horizonte hasta el fin de enero. Las mejores horas para verlo serán poco antes del amanecer.
Un dato a tener en cuenta es que, siguiendo los pronósticos emitidos, para el viernes 10 de febrero estará cerca de Marte, una buena indicación. Por su parte, los aficionados a la astronomía que se encuentren en el hemisferio sur deberán esperar al mes próximo para poder vislumbrarlo.
Si bien muchos cometas han adornado el cielo el año pasado, «este parece ser un poco más grande y, por lo tanto, un poco más brillante y se acerca un poco más a la órbita de la Tierra, dijo el gurú sobre cometas y asteroides de la NASA, Paul Chodas.
Ahora bien, ¿por qué se trata de un cometa verde? El tinte verde proviene del carbono en la nube de gas que rodea el núcleo. El cometa, cuyo nombre oficial es C/2022 E3 (ZTF), fue descubierto en marzo del año pasado por los astrónomos que utilizan la Zwicky Transient Facility, una cámara de campo amplio del Observatorio Palomar de Caltech.
Pasará el próximo miércoles entre las órbitas de la Tierra y Marte a una velocidad relativa de 207.000 km/hora (128.500 mph). Se calcula que su núcleo tiene un diámetro de 1.600 metros (una milla) y sus colas se extienden millones de kilómetros (millas).
No se prevé que sea tan brillante como el Neowise de 2020 o el Hale Bopp y el Hyakutake de mediados a fines de la década de 1990. Pero, según han indicado los expertos, “será brillante en virtud de su paso cerca de la Tierra… lo que permitirá a los científicos hacer más experimentos y a la gente ver un hermoso cometa”. Al menos así lo ha precisado Karen Meech, astrónoma de la Universidad de Hawái, a través de un correo electrónico.