En un sorprendente giro, el Proyecto SETI, en colaboración con científicos de la Universidad de California y la Alaska Whale Foundation, logró una hazaña científica sin precedentes: una ‘conversación’ con una ballena jorobada frente a la costa de Alaska.
La Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) empleó un altavoz submarino para generar una «señal de contacto» dirigida a estos majestuosos mamíferos marinos. La respuesta fue asombrosa: una ballena hembra, apodada como Twain, se acercó al bote y contestó cada emisión de señal, incluso ajustándose estrechamente a las pausas, indicando un comportamiento deliberado y completamente intencional por parte del cetáceo.
Según los expertos, este fascinante comportamiento podría tener similitudes con lo que se imagina en un hipotético contacto extraterrestre. Brenda McCowan, autora principal del estudio, señaló: «Hay una variedad de especies en este planeta, y al estudiarlas, podemos comprender mejor cómo podría ser la inteligencia extraterrestre, porque no se parecerá en nada a la nuestra».
Este encuentro entre humanos y ballenas no solo abre nuevas perspectivas en la comprensión de la comunicación inter-especies, sino que también alimenta la curiosidad sobre las posibilidades de establecer un lenguaje o conexión con formas de vida que difieren considerablemente de la nuestra en el vasto cosmos.