Cinco personas, entre ellas un niño de apenas seis años, vivieron una verdadera pesadilla en la Amazonía boliviana… y lograron sobrevivir para contarla.

El accidente ocurrió el miércoles 30 de abril, cuando la avioneta en la que viajaban sufrió una falla de motor durante el trayecto entre Baures y Trinidad. El piloto, Pablo Andrés Velarde (29), logró realizar un aterrizaje de emergencia cerca del río Itanomas, pero la aeronave volcó y quedó parcialmente sumergida en un pantano infestado de cocodrilos.
Durante las siguientes 36 horas, las tres mujeres, el niño y el piloto permanecieron sobre el fuselaje del avión, sin agua potable, rodeados por la selva, con la amenaza constante de animales salvajes. Vieron una anaconda, y usaron las luces de sus celulares para espantar depredadores. Como el agua estaba contaminada con combustible, sobrevivieron comiendo harina de yuca que una de las pasajeras llevaba en su mochila.

La ayuda llegó gracias a un grupo de pescadores que escuchó los gritos y alertó a las autoridades. El viernes 2 de mayo, un helicóptero los rescató y los trasladó a un hospital. Milagrosamente, todos se encuentran en buen estado de salud.
En medio de un entorno hostil, sin recursos, y con el peligro latente a cada segundo, estas cinco personas lograron aferrarse a la vida. Una historia de supervivencia extrema, coraje y esperanza que, por fortuna, tuvo un final feliz.