El pasado sábado, un fenómeno celestial dejó boquiabiertos a observadores en todo el Reino Unido e Irlanda, extendiéndose desde las remotas regiones de Orkney y Donegal hasta iluminar partes del sur de Inglaterra, ¡incluyendo el icónico Stonehenge!
Durante el fin de semana del Día de Guy Fawkes, las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, pintaron el cielo con sus deslumbrantes tonos verdes y rojos. Este espectáculo, caracterizado por su danza mística, ha fascinado a la humanidad durante milenios y se hizo especialmente evidente durante las tormentas geomagnéticas.
La cuenta oficial de Twitter de Stonehenge compartió una imagen espectacular con el mensaje: «Luces del Norte sobre Stonehenge anoche», desatando la admiración de espectadores y curiosos.
Por lo general, las auroras boreales son más visibles cerca de los polos magnéticos norte y sur de la Tierra, denominándose ‘aurora australis‘ en el sur. Estas luces son el resultado de la interacción de partículas solares, conocidas como viento solar, que viajan millones de millas hasta llegar a la Tierra, guiadas por el campo magnético terrestre hacia las regiones polares.
A pesar de la contaminación lumínica, algunos valientes fotógrafos lograron capturar el asombroso espectáculo mientras documentaban los fuegos artificiales que marcaban el cierre del fin de semana del Día de Guy Fawkes.
¿Por qué se llaman auroras boreales?
Aunque el término «aurora boreal» fue acuñado por el astrónomo italiano Galileo Galilei en 1619 en honor a la diosa romana del amanecer, Aurora, y al dios griego del viento del norte, Boreas, se cree que este fenómeno tiene sus primeros registros en una pintura rupestre en una cueva en Francia que data de hace 30.000 años.
El mes pasado, estas luces también maravillaron a los británicos, y las previsiones sugieren que serán más intensas de lo normal durante el otoño y el invierno, alcanzando su punto máximo en al menos una década.