En un incidente que ha suscitado interrogantes y debates, un fragmento de basura espacial se precipitó sobre una casa en Florida (EE. UU.), desatando preguntas sobre quién debería hacerse cargo de los daños. Este inusual suceso ocurrió cuando un trozo metálico, desprendido de la Estación Espacial Internacional (EEI), logró atravesar la atmósfera sin desintegrarse, impactando una residencia en Naples.
El 8 de marzo, Alejandro Otero, residente de la casa afectada, reportó que un objeto metálico atravesó el techo y dos pisos de su hogar, casi golpeando a su hijo. Aunque inicialmente hubo escepticismo sobre la naturaleza del objeto, el astrónomo Jonathan McDowell confirmó que se trataba de un remanente del equipo de baterías usado en la EEI.
La NASA, tras un análisis del fragmento, corroboró su origen y composición, identificándolo como parte del equipo de apoyo de vuelo utilizado para instalar baterías en la plataforma de carga. A pesar de su pequeño tamaño, este fragmento, hecho de una aleación de metal Inconel, logró perforar el techo y el piso de la vivienda.
El incidente ha planteado un acalorado debate sobre quién debe asumir la responsabilidad por los daños causados. Mientras Otero busca comunicarse con las agencias espaciales para abordar este tema, Michelle Hanlon, del Centro de Derecho Aéreo y Espacial de la Universidad de Mississippi, sugiere que el país responsable de lanzar el objeto al espacio podría ser legalmente responsable de los daños.
A medida que la NASA inicia una investigación sobre los procedimientos de desecho de objetos en el espacio y su probabilidad de impacto en la Tierra, queda pendiente determinar cómo se resolverán los reclamos por los daños sufridos por esta insólita colisión entre el espacio exterior y la vida cotidiana.
