A más de 4000 kilómetros de Roma y 2000 kilómetros de Atenas en un remoto rincón del Cáucaso, podemos encontrar un templo que, pareciera, poco tiene que ver con la historia del lugar.
Es que el Templo de Garni, de proporciones más que considerables, es la única estructura permanente de su tipo en Armenia.
Una de las principales teorías es que el templo fue construido en el año 77 dC durante el reinado de Tiridates I. Se cree que él había sido coronado por el emperador romano Nerón y como muestra de su buena voluntad, habría enviado al monarca artesanos romanos y una generosa suma de dinero, Estos recursos se habrían usado para construir la ciudad fortificada de Garni y su templo central, un santuario al antiguo dios armenio del sol Mihr.
Hoy en día, el Templo Garni se ha convertido en una de las atracciones más importantes, tanto que recibe a casi 150 mil visitantes año tras año, sin contar a otros tantos armenios neopaganos que rinden culto en este lugar.
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Pero el templo no es lo único que se puede ver en esta ciudad. Además del maravilloso templo, se encuentran la Fortaleza de Garni, los khatchkars de Garni, la Guarnición, la piedra fundacional, las ruinas de la iglesia de San Sion, las ruinas de la iglesia de Mashtots Hayrapet, el palacio de verano, la inscripción cuneiforme del rey Argishti I y los baños reales.
