El jueves 18 de febrero se registró el quinto día consecutivo desde el momento en el que miles de hogares se han quedado sin electricidad en Texas. Desafortunadamente, los residentes están viviendo en primera persona todo lo que ello implica: los supermercados de todo el estado están viendo cómo los niveles de suministro disminuyen a medida que los apagones estropean los productos y las carreteras heladas impiden que los camiones lleguen para reponer los estantes.
Al mismo tiempo, los cultivos de frutas y hortalizas en el Valle del Río Grande se han congelado y los agricultores no pueden enviar leche. Como consecuencia de esto, las autoridades de Texas advierten que la tensión en las tiendas y los daños al sector agrícola podrían tener un impacto de una semana.
Por lo pronto, el estado continúa recuperándose de los efectos de una tormenta invernal mortal que ha visto a siete millones de personas sometidas a órdenes de hervir agua y ha dejado al menos a más de 325.000 personas sin electricidad durante cinco días.
Pero eso no es todo: ante la ausencia de electricidad en la zona y el cierre de plantas de agua potable, el acceso al agua también es cada vez más escaso en Texas. Para lidiar con ello, los funcionarios del estado han puesto a más de siete millones de personas bajo órdenes de agua hirviendo.
Como ser, en Houston, la gente hizo fila durante cuatro horas en un Burger King local para comer algo caliente. Por otra parte, muchos de esos residentes también llenaron cubos de agua con un grifo.
En diálogo con DailyMail.com, un residente de Houston manifestó: ‘Es una locura que acabamos de ver a la NASA aterrizar en Marte, pero aquí en Houston la mayoría de nosotros todavía no tenemos agua potable‘.
Si quieres conocer más sobre lo que sucede en el mundo, ¡síguenos en Instagram!