Imagina una escuela hecha de bambú en medio de la selva, en donde sólo puedes escuchar los sonidos de la naturaleza.

En ese entorno pacífico y natural, cientos de niños locales y visitantes de todas partes del mundo aprenden lo que verdaderamente es importante: cómo vivir una vida más sustentable y cómo cuidar al medio ambiente.

The Green School es una escuela ubicada en Bali, Indonesia, y es una prueba de que las instituciones educativas pueden ser distintas.

Clases totalmente abiertas al exterior, con techos de paja, y situado entre campos de arroz, este colegio abrió sus puertas en el 2008 con la idea de formar a futuros líderes en los valores de la ecología y del desarrollo personal, además de las matemáticas, la literatura y demás materias importantes para funcionar en sociedad. 

Su fundador, John Hardy, cuenta que el ex-vicepresidente norteamericano Al Gore le cambió la vida, ya que luego de ver su documental sobre el cambio climático ‘Una Verdad Incómoda’, se quedó horrorizado del mundo que iban a heredar sus hijos. Por eso, decidió dedicar el resto de su vida a contribuir a un cambio de mentalidad.

En 2012, la escuela obtuvo el Premio Internacional de La escuela verde en la tierra y ya se ganó el corazón de los naturalistas y ecologistas de todo el mundo.

The Green School ha logrado atraer a familias de todas partes del mundo, que han llegado a cambiar su lugar de residencia para poder llevar a sus hijos allí. La escuela también cuenta con un 20% de alumnos indonesios en su mayoría becados por la propia institución.

Los ya más de 400 estudiantes, de 33 países diferentes, no llevan zapatos y se sientan en el suelo en unas aulas sin paredes, para recibir una «educación holística» que se divide en cuatro secciones: intelectual, socio-emocional, creativa y física.

Además de enseñar lecciones que serán útiles para la vida, la escuela también juega un papel importante volviendo a conectar a sus estudiantes con la naturaleza.

Los estudiantes, además del currículum tradicional que más tarde les permitirá acceder a universidades oficiales, se gradúan con los proyectos que han concebido y materializado en su viaje interior para convertirse en líderes de la sostenibilidad.

Algunos de ellos se han llevado a la práctica en la isla, como la creación de los «Bio Buses», que reutilizan el aceite de las cocinas para transportar a estudiantes y personal de la escuela, o «Bye Bye Plastic Bags», que pretende eliminar las bolsas de plástico.

Hace unos pocos meses, anunciaron que abrirán una nueva escuela en Taranaki, Nueva Zelanda, la cual abrirá en 2020.

¿Por qué ir a Bali al menos una vez en la vida?

Leer, pronunciar o escribir “Bali” me traslada automáticamente al momento en el que vi por primera vez “Comer, rezar, amar”, película donde la hermosa Julia Roberts nos muestra esta isla de Indonesia donde encontró el amor y pudimos ver un poco de la mística que tiene esta isla asiática.

Tiempo después, cuando leí el libro de Elizabeth Gilbert, Bali pasó automáticamente a mi bucket list viajera, que ya para ese punto era interminable.

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