Lo que debía ser una nueva hazaña para el joven escalador Balin Miller terminó en tragedia. El alpinista estadounidense, de tan solo 23 años, falleció el pasado miércoles en el Parque Nacional de Yosemite (California) tras sufrir una caída mortal en la icónica pared de El Capitán, mientras transmitía su ascenso en TikTok. Más de 500 personas fueron testigos en directo de su accidente.

Miller se encontraba a punto de completar la ruta ‘Sea of Dreams’, un exigente itinerario de escalada artificial que afrontaba en solitario y autoasegurado. Según la revista Climbing, el incidente se produjo cuando su petate quedó atascado al intentar izarlo, lo que lo obligó a descender para recolocarlo. Durante la maniobra, su dispositivo de rapel llegó al final de la cuerda, que no tenía nudo de seguridad, provocando la caída al vacío desde unos 700 metros de altura.
Un talento precoz en el alpinismo
Nacido en Alaska, Miller era considerado una de las promesas más brillantes de la escalada moderna. En junio de 2025 había logrado la primera ascensión en solitario de la Slovak Direct al Denali, una de las rutas más míticas y difíciles del mundo, completada en casi 60 horas de esfuerzo. Este logro lo situó en la élite del alpinismo internacional.
En ese mismo año, protagonizó ascensiones memorables: la ruta Californiana al Fitz Roy en la Patagonia argentina, la repetición en solitario de una vía histórica en las Rocosas Canadienses, y la escalada de la French Connection en el Mount Hunter. Su capacidad para combinar grandes paredes, hielo y alta montaña lo convirtió en un escalador de una versatilidad poco común.
Una vida marcada por la montaña

Formado en Alaska bajo la influencia de su padre, Miller creció rodeado de nieve, hielo y montañas. Una avalancha en su adolescencia casi trunca su camino, pero lejos de alejarse, intensificó su vínculo con el alpinismo. Amaba la incertidumbre y el riesgo, y en entrevistas solía afirmar que “no se trata de evitar el peligro, sino de comprometerse con él”.
Su muerte en directo, más allá del dolor que deja en la comunidad montañera, abre también un debate sobre la exposición de los deportes extremos en plataformas como TikTok, donde la búsqueda de audiencias se cruza con disciplinas en las que cualquier error puede resultar fatal.
El legado de Miller queda marcado por su corta pero intensa trayectoria, un año 2025 en el que brilló como pocos y en el que, de manera trágica, también encontró su final.

