Un grupo de seis turistas internacionales falleció en Vang Vieng, una conocida ciudad de mochileros en Laos, debido a una presunta intoxicación con metanol. Este trágico incidente ha puesto en el centro de la polémica al Nana Backpacker Hostel, cuyas operaciones fueron suspendidas mientras se investiga el caso.
Entre las víctimas se encuentran jóvenes de Australia, Dinamarca y Estados Unidos, quienes, según los reportes preliminares, consumieron alcohol posiblemente adulterado durante su estadía. Las autoridades han detenido a ocho empleados del hostel, mientras los propietarios niegan haber servido bebidas ilícitas.
La intoxicación por metanol, una sustancia tóxica y frecuentemente utilizada en alcohol clandestino, ha cobrado vidas de manera silenciosa. Según declaraciones, las primeras afectadas fueron las australianas Bianca Jones y Holly Bowles, ambas de 19 años, quienes «empezaron a sentirse mal tras consumir tragos gratuitos». Ambas fallecieron días después en un hospital de Tailandia.
El impacto no se limitó a este caso. Las danesas Anne-Sofie Orkild Coyman, de 20 años, y Freja Vennervald Sorensen, de 21, fueron encontradas inconscientes en el hostel, mientras que el estadounidense James Louis Hutson, de 57 años, fue hallado sin vida en su habitación.
Este lamentable episodio ha generado una alerta entre los viajeros, especialmente mujeres, ya que cinco de las seis víctimas eran turistas femeninas. La intoxicación con metanol es un problema recurrente en regiones con poca regulación alimentaria, siendo Asia una de las más afectadas.
Los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido han emitido advertencias a sus ciudadanos para que extremen precauciones al consumir bebidas alcohólicas en Laos. Mientras tanto, la comunidad mochilera en Vang Vieng empieza a evitar los populares tragos gratuitos y las ofertas de baldes de alcohol.
El gobierno de Laos expresó su «profunda tristeza» por las muertes y reiteró su compromiso de investigar el caso a fondo. Sin embargo, este incidente ha puesto en evidencia la necesidad de mayores controles sobre la producción y venta de alcohol en el país, especialmente en zonas frecuentadas por turistas.
