Un grupo de 157 delfines falsos quedó varado en una playa remota de Tasmania, Australia, en un evento que ha generado preocupación entre científicos y ambientalistas. A pesar de los esfuerzos de rescate, solo 90 de ellos sobrevivieron hasta el miércoles, y las autoridades decidieron aplicar la eutanasia debido a su deteriorado estado de salud.

El varamiento ocurrió cerca de la desembocadura del río Arthur, donde los delfines, una especie de aguas profundas poco comprendida, quedaron atrapados en la arena. La dificultad del acceso a la zona complicó las tareas de rescate, lo que llevó a la decisión de sacrificar a los sobrevivientes para evitarles más sufrimiento.
Expertos como el biólogo Kris Carlyon, con más de 16 años de experiencia en estos eventos, señalaron que las condiciones climáticas adversas y el estrés de los animales hacían improbable un reflote exitoso.

Este tipo de varamientos no es inusual en Tasmania, una región donde la geografía y los lazos sociales de los delfines pueden contribuir a estos incidentes. Aunque se han registrado varamientos de delfines falsos en el pasado, es la primera vez en 50 años que ocurre en esta área. La causa exacta sigue sin determinarse, pero los científicos han identificado factores como la desorientación de un líder del grupo como una posible explicación.
La comunidad científica sigue investigando estos eventos para comprender mejor su impacto y buscar estrategias más efectivas para el rescate de estos mamíferos marinos en el futuro.