La ciudad turística de Antalya se vio sacudida por una tragedia el pasado viernes, cuando un teleférico que transportaba turistas desde la playa de Konyaalti hasta la cima del pico Tünektepe sufrió un trágico accidente. Una de las cabinas del teleférico impactó contra un poste, causando que los pasajeros cayeran a una zona rocosa.
El saldo fue devastador: una persona fallecida y diez heridos. El rescate de los 174 ocupantes del teleférico accidentado se convirtió en una operación de alto riesgo que duró 23 horas. Equipos de rescate, compuestos por más de 2.000 personas y cuatro helicópteros, enfrentaron dificultades adicionales debido a las condiciones climáticas adversas, incluyendo vientos fuertes.
Aunque la mayoría de los rescatados resultaron ilesos, diez personas fueron trasladadas a un hospital para recibir atención médica. Las autoridades turcas han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente. Un informe preliminar señala la corrosión y el mal estado de ciertos elementos del teleférico como factores contribuyentes. Además, se ha descubierto que la empresa operadora carecía de un plan de emergencia y evacuación, lo que ha llevado a la emisión de órdenes de arresto contra 13 sospechosos, incluidos empleados de la empresa operadora y de la firma responsable del mantenimiento.
La tragedia ha dejado una profunda conmoción en Antalya y en toda Turquía, recordándonos la importancia crucial de la seguridad en las atracciones turísticas y la responsabilidad de garantizar el mantenimiento adecuado de las infraestructuras.