Un grupo de turistas que visitaba el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, recibió una multa de mil 500 rands sudafricanos (unos 85 dólares) luego de ser sorprendido por un guía mientras volaba un drone en una zona donde está terminantemente prohibido su uso.
El incidente quedó registrado en video y se volvió viral en redes sociales, generando una fuerte ola de reacciones. Mientras algunos usuarios pedían que el aparato fuera confiscado y destruido frente a los infractores, otros fueron más allá y reclamaron que se les prohibiera el ingreso futuro a cualquier reserva natural.
Kruger es una de las reservas naturales más grandes del continente africano y cuenta con regulaciones estrictas en cuanto al uso de drones: solo se permiten con autorización especial. La medida no solo busca preservar la experiencia de los visitantes, sino que responde a razones de conservación clave para la fauna que habita el parque.
A fellow guide spotted people flying a drone recently in the Park where rules specifically state that DRONES ARE NOT ALLOWED..He reported them to the Protection Services and luckily they were found and Fined.👌🏾 pic.twitter.com/MZhJ88bgiT
— The Real KING OF THE JUNGLE (@EdwardthembaSa) August 24, 2024
El parque alberga 147 especies de mamíferos, entre ellas los rinocerontes negros en peligro crítico de extinción y los rinocerontes blancos, considerados amenazados, además de unas 500 especies de aves, varias de ellas exclusivas de la región.
Expertos explican que el zumbido y la presencia de drones generan estrés en los animales, alterando su comportamiento natural. Esto puede provocar reacciones impredecibles o incluso agresivas, rompiendo el equilibrio del ecosistema. En el caso de especies en peligro, cualquier perturbación impacta directamente en su capacidad de reproducirse y sobrevivir.
Desde el organismo de Parques Nacionales de Sudáfrica señalaron que estas regulaciones buscan garantizar que el uso de tecnología se realice de forma segura y responsable, priorizando la protección de los recursos naturales y culturales sin poner en riesgo la seguridad de visitantes ni de la fauna.
Además, existe otro motivo de peso detrás de la prohibición: los cazadores furtivos utilizan drones para rastrear animales y evadir a los guardaparques, por lo que la presencia de estos dispositivos genera una alerta inmediata en todo el sistema de vigilancia del parque.
Aunque para algunos turistas obtener tomas aéreas de paisajes impresionantes puede parecer inofensivo, las autoridades recuerdan que en áreas donde habitan especies en peligro, el privilegio de observar la naturaleza en su estado más puro conlleva la responsabilidad de respetar sus normas, ya que incluso acciones que parecen pequeñas pueden tener consecuencias graves para la conservación del entorno.




