La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) lanzaron una iniciativa conjunta para apoyar a los pequeños campesinos y las familias rurales más afectadas por la guerra en Ucrania. El objetivo es que los locales puedan reanudar su actividad agrícola y cultivar alimentos para sí mismos, además de restablecer las cadenas de suministro y ayudar a disminuir la necesidad de ayuda humanitaria en el país.
Diseñado en colaboración con la Fundación Suiza de Desminado, el programa ya se ha puesto en marcha en la provincia de Járkov, y posteriormente se ampliará a las provincias de Nicolaiev y Jersón, centrándose en los agricultores con parcelas de menos de 300 hectáreas, así como en las familias rurales que cultivan alimentos para su propio consumo.
Según ha trascendido a través de un comunicado publicado por la ONU, el proyecto tiene el objetivo de restaurar la tierra y su capacidad de producción de forma segura, y así restablecer los medios de subsistencia agrícolas, contribuir a la recuperación económica de Ucrania y eliminar gradualmente la necesidad de ayuda humanitaria para miles de familias rurales.
Guerra en Ucrania: la imperiosa necesidad de recuperar la tierra
Los creadores del programa señalan que la guerra ha dañado la agricultura y la producción de alimentos de Ucrania, interrumpiendo las cadenas de suministro y las exportaciones, aumentando los costes de producción y provocando una contaminación generalizada por minas.
«Sin una acción urgente, la producción agrícola en Ucrania continuará colapsándose, con consecuencias directas sobre la seguridad alimentaria y la diversidad de la dieta en el país, y potenciales efectos dominó en los mercados regionales y mundiales«, aseguró el representante del PMA en Ucrania.
¿Cómo serán los pasos a seguir? Las organizaciones encargadas del programa, en estrecha coordinación con las comunidades, las autoridades locales y el Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, identificarán y cartografiarán primero las tierras que requieren desminado utilizando imágenes por satélite.
En la segunda fase, los equipos de desminado inspeccionarán y limpiarán las tierras de minas y otros restos explosivos de la guerra, dando prioridad a las parcelas que puedan ser liberadas rápidamente con un trabajo mínimo de desminado.
En la tercera fase, analizarán los suelos para evaluar la contaminación por los componentes esparcidos por la explosión de las armas. Al mismo tiempo, las agencias de la ONU realizarán encuestas entre los pequeños campesinos y las familias rurales sobre los tipos de insumos y recursos que necesitan para reanudar la producción agrícola, y proporcionarán ayuda directa en especie o en efectivo cuando sea posible.