Casi 9 meses han pasado desde el final del Mundial de Qatar 2022, en el que Argentina se coronó campeona por tercera vez tras vencer a Francia. Sin embargo, un hincha argentino ha mantenido la celebración viva de manera literal.
Guillermo, un apasionado seguidor de Villa Domínico en Avellaneda, decidió convertir la celebración por el campeonato mundial en una parte fundamental de su vida. Para él, saborear la dulce victoria es una experiencia invaluable. Según sus propias palabras: «El Mundial fue un reflejo de lucha y resistencia. Debemos aprender de los valores y enseñanzas que esta victoria nos dejó». Guillermo dedica una hora todos los días a ondear la bandera argentina en las calles de su vecindario para festejar el logro de la Albiceleste.
En una conversación con el diario Olé, Guillermo compartió los detalles de su obsesión y explicó cómo comenzó esta aventura. Todo comenzó cuando Argentina perdió contra Arabia, momento en el cual Guillermo estaba lleno de euforia y no sabía cómo canalizar su emoción. Entonces, tomó su bandera, la ató a un palo de escoba con cintas en cada extremo y salió a la calle para liberar toda la energía que tenía. En ese momento, era el único en la calle y todos lo miraban como si fuera un bicho raro.
Incluso durante sus vacaciones, Guillermo no dejó de celebrar. Llevó consigo la bandera y su entusiasmo inquebrantable. En Santa Teresita, se aventuró a agitar su bandera en la playa. Él siempre supo lo que quería transmitir: la pasión y el orgullo por su selección. Guillermo ha mantenido esta celebración de manera ininterrumpida durante 294 días y parece decidido a seguir haciéndolo.
