Un error insólito durante una maniobra clave provocó el incendio de un avión de British Airways en el aeropuerto de Gatwick, en Inglaterra. La investigación oficial reveló que el copiloto confundió la mano izquierda con la derecha al accionar una de las palancas del avión, lo que desencadenó un fallo técnico que terminó con las ruedas del tren de aterrizaje en llamas.

El incidente ocurrió el 28 de junio de 2024, pero fue dado a conocer recientemente por la División de Investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido (AAIB), que concluyó que la confusión del copiloto fue la causa principal del accidente. A bordo del avión Boeing 777 viajaban 334 pasajeros y 13 tripulantes, rumbo a Vancouver, Canadá.
Según el informe, el copiloto movió involuntariamente una palanca hacia la izquierda en lugar de hacerlo hacia la derecha, justo en el momento en que el comandante ordenó iniciar el despegue. Esta acción redujo el empuje de los motores, lo que obligó a abortar la maniobra.
Aunque el avión logró detenerse a tiempo, se produjo un incendio en el tren de aterrizaje derecho que obligó a activar el protocolo de emergencia. Los bomberos del aeropuerto lograron apagar el fuego, y no se reportaron heridos.
El accidente obligó a cerrar la pista durante 50 minutos, lo que provocó la cancelación de 23 despegues programados en ese momento. El copiloto, con más de 6.100 horas de vuelo, aseguró no poder explicar cómo cometió el error, y expresó su sorpresa por lo ocurrido.

British Airways respondió al informe afirmando que «la seguridad es siempre nuestra máxima prioridad y nuestros pilotos lograron detener la aeronave de forma segura». La compañía también había enviado, cuatro días antes del incidente, un aviso interno recordando a los pilotos la importancia de detenerse antes de ejecutar cualquier acción crítica y evaluar con claridad cada paso.
A pesar de que no hubo consecuencias graves, el informe dejó en evidencia cómo un simple error humano puede comprometer la seguridad de cientos de personas. El caso reabre el debate sobre la importancia de reforzar la formación cognitiva en entornos de alta presión como la aviación comercial.