Dhritiman Mukherjee es un destacado fotógrafo indio especializado en vida salvaje y conservación. Durante su vida, ha demostrado un compromiso inquebrantable con la protección de los animales, y su dedicación se evidencia en cada imagen que captura.
Con una trayectoria de 20 años y pasando 280 días al año en el campo, Dhritiman ha presenciado momentos extraordinarios en su carrera. Sin embargo, hay una imagen en particular que destaca como una de nuestras favoritas.
La fotografía muestra a un impresionante cocodrilo, una especie en peligro de extinción, navegando por el agua mientras transporta a sus crías. La escena encapsula la belleza y la fragilidad de la naturaleza, así como la importancia de la conservación de estas especies amenazadas.
A través de su trabajo, Dhritiman no solo nos brinda la oportunidad de admirar la majestuosidad de la vida salvaje, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad de proteger y preservar el mundo natural.
El gharial es un cocodrilo macho que pertenece a una especie ancestral y es considerado el más grande de todos los cocodrilos vivos. Esta especie ha sido conocida y representada desde hace más de 4.000 años, siendo un símbolo antiguo. Sin embargo, en las últimas décadas, su población ha experimentado una disminución drástica.
A partir de la década de 1930, la población de ghariales ha enfrentado serias amenazas que han contribuido a su declive. La destrucción del hábitat, la caza furtiva y la alteración de los ríos en los que habita han sido los principales factores que han afectado a esta especie única.
Esta circunstancia añade un valor adicional a la fotografía, ya que el protagonista de la imagen, como padre, está desempeñando un papel vital en el impulso del crecimiento de una población que actualmente se sitúa ligeramente por debajo de los 1.000 individuos.
“Este macho se había apareado con siete u ocho hembras, y puedes ver que estaba muy involucrado”, comparte Mukherjee.
“Normalmente el gharial es un cocodrilo bastante tímido comparado con los cocodrilos de agua salada y de pantano. Pero este era muy protector y si me acercaba demasiado, me atacaba. Podía ser muy agresivo”
Aunque es común que los cocodrilos transporten a sus crías, generalmente lo hacen utilizando su boca. Sin embargo, debido a la peculiar forma del hocico de los ghariales, este método no es posible para ellos. Por lo tanto, recurren a otros medios para llevar a cabo esta tarea, como se puede observar en la imagen.