Era un crucero, así que se suponía que debía ser un viaje de placer. Pero los cinco días que duró el recorrido del Vision of the Seas por el Mediterráneo fueron mucho más que eso: cientos de jóvenes que coparon el barco para vivir una fiesta interminable convirtieron la travesía en una pesadilla para quienes sólo buscaban descansar.
Gente teniendo sexo múltiple en espacios públicos, personas aspirando cocaína en cualquier parte y ebrios tirados en los pasillos eran imágenes comunes. El desastre era tal que algunos vomitaban en la piscina o en el piso. Otros debían ser trasladados en silla de ruedas a sus habitaciones, ya que no se podían mover.
Los dealers vendían droga a la vista de todos. «Era más fácil conseguir una bolsa de cocaína que un trago», contó un pasajero al Daily Mail. Las orgías se sucedían en todo momento y en todo lugar. No había ningún tipo de norma. «Me sorprende que nadie haya muerto», contó otra persona.
«Fue horrendo. Para ir a desayunar había que pasar por encima de jóvenes tirados en los pisos. Había gente aspirando cocaína desde sus manos en cubierta»,
dijo una mujer desesperada.
Otro contó que, al cabo de la primera noche, él y los ocho amigos que lo acompañaban decidieron
abandonar el crucero. «No podíamos soportar esa carnicería».
2 respuestas
Buenusino jajajaja el que no le guste que se aguante .que tome otro cucero
Apuntenme x el proximo crucero Cochiloco jaajaaa