Las autoridades japonesas han emitido una alerta para los bañistas que visitan las playas de la región de Fukui debido a un inusual número de mordeduras de delfín. Aunque este cetáceo es conocido por su naturaleza juguetona, casi 20 personas han sido mordidas en lo que va del año, lo que ha encendido todas las alarmas en la región.
En los últimos años, los casos de mordeduras habían sido mínimos, con solo dos incidentes en 2022 y nueve en 2023. Sin embargo, este año la situación ha tomado un giro inesperado, generando preocupación entre las autoridades y los bañistas. Aunque la mayoría de las mordeduras han sido leves, dejando solo algunos rasguños, un niño tuvo que recibir una veintena de puntos de sutura tras ser mordido, según informó Shoichi Takeuchi, responsable de los guardacostas.
Ante esta situación, una asociación turística de la playa de Suishohama ha hecho un llamado a la precaución. Se pide a los bañistas que no se acerquen ni intenten tocar a los animales, advirtiendo que, aunque los delfines suelen ser criaturas tranquilas, pueden llegar a ser peligrosos. «Los delfines pueden morderte hasta hacerte sangrar con sus dientes afilados, arrastrarte bajo el agua y, en el peor de los casos, poner en peligro tu vida», alertó la asociación.
Los guardacostas aún no han determinado el número exacto de delfines responsables de estos incidentes, pero se cree que podría tratarse de un solo ejemplar. Tadamichi Morisaka, profesor de cetología de la Universidad de Mie, explicó que este delfín podría estar buscando atención en lugar de intentar dañar a los humanos. «Probablemente se trata del mismo individuo que, en lugar de intentar dañar a los humanos, podría estar buscando interactuar con ellos como lo hace con sus congéneres», señaló el experto.
Mientras se continúa monitoreando la situación, las autoridades insisten en la importancia de mantener la distancia y no subestimar a estos animales, ya que un encuentro cercano podría resultar en una experiencia peligrosa.