En un giro asombroso de los eventos históricos, un hallazgo dentro de una pirámide maya en Guatemala ha dejado al descubierto el colapso dramático de una dinastía, según los análisis de un equipo de arqueólogos. Los huesos carbonizados de al menos cuatro adultos, probablemente miembros de la realeza, fueron descubiertos en un antiguo templo-pirámide, ofreciendo una visión única de la destrucción deliberada y ritualizada de cadáveres en la cultura maya.
Los restos, acompañados por un rico ajuar funerario, sugieren una profanación pública de los restos reales, marcando un cambio político crucial. Este descubrimiento desafía las expectativas sobre la disposición de los restos reales, arrojados dentro de una cámara piramidal y cubiertos con escombros de construcción. Este acto inusual apunta a la emergencia de un nuevo tipo de liderazgo, simbolizado por la figura de Papmalil, un gobernante de posible origen extranjero.
El fuego que consumió los restos, con una temperatura estimada de más de 800 ºC, ocurrió décadas después de las muertes de los individuos, indicando un evento ceremonial que marcó la ascensión de Papmalil al poder. Este hallazgo ofrece una mirada fascinante a la evolución política y social de la antigua civilización maya, destacando la renovación y reelaboración de la sociedad en medio del colapso de las dinastías políticas.
Este intrigante descubrimiento subraya la persistencia y continuidad de la cultura maya más allá de los cambios políticos, y abre nuevas puertas para comprender la compleja historia de esta civilización milenaria.