El glaciar Alsek, en el Parque Nacional y Reserva de Glacier Bay (Alaska), dejó al descubierto una sorpresa este verano: una isla hasta ahora oculta bajo el hielo.
La masa de tierra, bautizada Prow Knob, emergió cuando el glaciar en retroceso fue rodeado por las aguas del lago Alsek y los deshielos. Según explicó el glaciólogo Mauri S. Pelto, del Nichols College de Massachusetts, la separación se produjo entre finales de julio y principios de agosto, tras décadas de seguimiento con imágenes satelitales.
La isla tiene una extensión de 5 kilómetros cuadrados y alcanza un punto máximo de 304 metros de altura. “Sabíamos que ocurriría, solo era cuestión de tiempo”, comentó Pelto, quien desde los años 80 había anticipado que el glaciar terminaría desprendiéndose de la formación rocosa.
Glacier Bay alberga más de 1.000 glaciares, muchos de los cuales están en retroceso por efecto del cambio climático. Sin embargo, no es común que este proceso deje al descubierto islas de gran tamaño como ocurrió con Prow Knob.
Imágenes antiguas de la NASA muestran que, en la década de 1980, el glaciar Alsek rodeaba gran parte de la isla y estaba conectado al glaciar Grand Plateau. Con el paso del tiempo, el lago Alsek se fue expandiendo por el deshielo, hasta aislarla completamente.
El hallazgo de Prow Knob no solo confirma lo que los científicos venían anunciando, sino que también es un nuevo recordatorio del acelerado cambio que experimentan los paisajes helados de Alaska.
