En el corazón de Sevilla, las hermanas clarisas de Santa María de Jesús han dado un giro innovador al legado de su convento del siglo XVI. En un acto de adaptación a los tiempos modernos, estas monjas han incursionado en el mundo del turismo alquilando cuatro lujosos apartamentos en su histórica residencia, sin comprometer su vida de clausura.
A pesar de su estricto estilo de vida enclaustrado, las hermanas reciben a los visitantes en su interior, convirtiendo su convento en un destino turístico singular. Catalogado como casi cinco estrellas en Airbnb, el convento ofrece una experiencia única donde los huéspedes pueden sumergirse en la historia y la espiritualidad mientras disfrutan de comodidades modernas.
En la plataforma, los apartamentos se promocionan como un refugio perfecto después de explorar la bulliciosa ciudad, con servicios que incluyen cafetera, calentador de agua y lavavajillas. La ubicación privilegiada frente a la Casa de Pilatos y a pocos minutos de La Giralda, sumado al encanto de dormir en un convento activo, atrae a turistas de todo el mundo.
El convento ha sido meticulosamente renovado para albergar cuatro apartamentos, disponibles para alquiler mínimo de dos noches a precios que oscilan entre 90 y 180 euros, según el tamaño y las comodidades elegidas.
Aunque el negocio es nuevo, las monjas clarisas no están solas en esta empresa. El verano pasado, encontraron dos socios para gestionar los alojamientos, permitiéndoles mantenerse fieles a su vocación mientras generan ingresos para sustentar su comunidad.
Esta iniciativa, destacada por El País, es un testimonio del ingenio y la adaptabilidad de las hermanas clarisas, que han sabido combinar la tradición con la innovación para asegurar un futuro sostenible para su convento.