Un profesor jubilado de 62 años vivió una verdadera pesadilla cuando fue atacado por un tiburón blanco mientras nadaba en la playa Lovers Point, en California. El hombre, identificado como Steven Bruemmer, sufrió mordidas severas en las piernas, el torso y un brazo, y estuvo a punto de desangrarse en el mar… hasta que una pareja de desconocidos apareció en el momento justo.

Todo ocurrió mientras Paul Bandy, un policía, y su esposa Aimee Johns, enfermera, celebraban su aniversario de bodas practicando paddle surf. Escucharon los gritos desesperados de Bruemmer pidiendo ayuda y no dudaron en intervenir. Se sumó también un surfista que estaba dando clases a un grupo de niños, y entre los tres lograron sacarlo del agua con una tabla extra, mientras el herido se sujetaba al tobillo del surfista para no caer.
En la orilla, le hicieron torniquetes improvisados para evitar que se desangre. Gracias a su rápida acción y a la atención en el centro de trauma del Natividad Medical Center, Bruemmer sobrevivió a pesar de perder 14 litros de sangre. Los médicos lo operaron de urgencia y calificaron el ataque como uno de los más graves jamás atendidos en la zona.
A pesar de la brutalidad del ataque, el tiburón no alcanzó órganos vitales ni rompió arterias. “Tuve muchísima suerte”, dijo Bruemmer en una entrevista. “Si todo no hubiera salido como salió, probablemente estaría muerto.”

Tras el incidente, las autoridades cerraron la playa por 72 horas, aunque no lograron ubicar al tiburón. Según expertos, se trató del decimosexto ataque registrado en el condado de Monterey desde 1950, y el segundo ocurrido en Lovers Point.
Los tiburones blancos están protegidos por ley en California, y los especialistas recuerdan que la mayoría de estos ataques no son intencionales: los tiburones suelen confundir a humanos con focas o lobos marinos.
La historia de Steven Bruemmer es un impactante recordatorio de que el océano, aunque hermoso, es un territorio salvaje… y que, a veces, el destino puede cambiar por el acto heroico de completos desconocidos.