El Reino Unido se encuentra sumido en la tristeza y la indignación después de que uno de sus árboles más icónicos y longevos fuera derribado de manera deliberada. El ‘Sycamore Gap Tree‘, un majestuoso arce sicómoro con una historia que abarcaba tres siglos, había cautivado a la nación británica durante décadas. Su notoriedad se catapultó en 1991 cuando apareció en la película «Robin Hood: Príncipe de los Ladrones», protagonizada por Kevin Costner.
Durante más de dos décadas, este venerable árbol se convirtió en un lugar de peregrinación para turistas y amantes de la naturaleza por igual, que buscaban fotografiarse junto a él. Sin embargo, el 28 de septiembre, la triste noticia de su completa destrucción conmocionó al país. La Policía británica rápidamente identificó al responsable como un menor de 16 años, quien ahora enfrenta cargos por un delito de vandalismo.
Este emblemático árbol se encontraba junto al Muro de Adriano, una construcción romana en el norte de Inglaterra. Su singular belleza y robustez le valieron el apodo de ‘El árbol de Robin Hood‘. Cada año, miles de personas se acercaban para admirar su esplendor.
Los responsables del Parque Nacional de Northumberland, donde se ubicaba el ‘Sycamore Gap Tree‘, confirmaron que el árbol fue derribado de manera deliberada, posiblemente con una motosierra. El jefe de la Policía, Kevin Waring, lo describió como «un ícono de renombre mundial» y lamentó la gran conmoción, tristeza e ira que su pérdida ha causado en la comunidad local y más allá.
En 2016, este arce sicómoro fue honrado con el título de ‘Árbol del Año‘ en un concurso organizado por ‘Woodland Trust‘, una organización benéfica de conservación de bosques en el Reino Unido. Fue seleccionado entre 200 competidores y recibió una subvención de 1.000 libras (aproximadamente 1.154 euros), que se utilizó para evaluar la salud del árbol y realizar trabajos destinados a proteger sus raíces, las cuales estaban quedando expuestas debido al alto tráfico peatonal que recibía.
La desaparición del ‘Sycamore Gap Tree‘ no solo representa la pérdida de un valioso patrimonio natural, sino también un golpe al corazón de la comunidad local y a todos aquellos que alguna vez se maravillaron con su belleza y resistencia a lo largo de los siglos. Este lamentable incidente destaca la importancia de la conservación y la preservación de nuestro entorno natural, así como la necesidad de educar sobre el valor de estos tesoros naturales para las generaciones futuras.