La embarcación carga con más de un millón de barriles de petróleo crudo, cargas que podrían traducirse en un verdadero desastre ecológico si se cumplen los pronósticos para este petrolero abandonado en en el Mar Rojo, sobre la costa de Yemen.
Esto último involucra un escenario digno de una catástrofe para el Mar Rojo: el petrolero está en riesgo de romperse o explotar, lo que podría provocar daños ambientales de gran magnitud en la vida marina de la zona.
Gracias a documentos obtenidos por The Associated Press, han podido identificar el ingreso de agua de mar dentro del compartimento del motor del buque. El mismo no se ha mantenido durante los últimos cinco años, generando daños en las tuberías y provocando un aumento en el riesgo de hundimiento.
No obstante, expertos han indicado que ya es tarde para dar luz verde a reparaciones en el barco: el daño de la nave es irreversible. La Organización de Naciones Unidas ha intentado enviar inspectores y especialistas para evaluar cuáles eran los daños que afectaban al buque conocido como FSO Safer, y sobre todo en adelantar cuanto antes la descarga del petroleo para llevar al barco a un lugar más seguro.
Así mismo, la ONU considera que un mayor retraso en la descarga del material crudo podría destruir la vida animal en el agua. Ahora bien, ¿qué limita a realizar esta operación de cara a salvar las aguas del Mar Rojo?
La respuesta no es una sola, aunque hay un motivo principal que pesa fuerte: la resistencia de los rebeldes hutíes, un grupo insurgente predominantemente zaidí chiita que opera en Yemen. Al parecer, según han indicado referentes en la causa, los hutíes consideran al buque como un «elemento disuasorio como si tuvieran un arma nuclear«. En desarrollo del tema, un diplomático local indicó al respecto que los hutíes lo «dicen abiertamente a la ONU: «Nos gusta tener como algo que mantener contra la comunidad internacional si es atacado»… Los hutíes son definitivamente responsables del fracaso de la ONU para mirar el barco«.
Otro de los motivos por el cual no pueden concretar una operación con el barco se debe al dinero. Según han indicado, los hutíes exigen millones de dólares a cambio del petróleo almacenado en la embarcación. La ONU está tratando de llegar a un acuerdo en el que se pueda usar dinero para pagar a los trabajadores y empleados en los puertos del Mar Rojo, que es donde se encuentra amarrado el barco.
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