Un puente sin terminar y la curiosa historia que nos explica el motivo

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Es popular en todo el mundo gracias a una canción infantil, el ‘medio puente’ de la ciudad de los papas es Patrimonio de la Humanidad y el único de la Edad Media totalmente accesible para personas con movilidad reducida

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Sur le Pont d’Avignon / On y danse, on y danse (En el puente de Aviñón / Todos bailamos, todos bailamos), dice la famosa canción infantil francesa que se está basada en el siglo XV y que se cantaba acompañada de un cuanto menos llamativo baile grupal junto al puente Saint Bénezet de Aviñón, una de las postales más famosas de la ciudad francesa junto al Palacio de los Papas, ambos Patrimonio de la Humanidad. Aún hoy en día es normal ver a grupos de visitantes (sobre todo franceses) cantando la canción situándose al final del puente y haciendo el famoso baile.

Una de las características más impresionantes del puente, que unía las dos orillas del Ródano, es que actualmente está incompleto, parece cortado por la mitad. Y es este río uno de los culpables de que no se conserve entero. Las catastróficas inundaciones que sufrió el Ródano a finales de la Edad Media acabaron con su silueta original. Fue destruido y reconstruido varias veces desde entonces, pero en el siglo XVII decidieron no arreglarlo más.

Un puente, una leyenda

Cuenta la leyenda que el puente fue construido durante el siglo XII por un joven pastor llamado Bénézet de Vivarais, Benito de Aviñón, que lo puso en pie por orden celeste y que es el que le da nombre. En 1170, Bénézet escuchó una voz celeste que le pidió construir un puente para cruzar el Ródano. Tras pedir permiso al obispo de Aviñón, Bénézet comenzó su construcción en 1177. Fue terminado de construir en 1185 y constituyó el primer paso sobre el Ródano entre Lyon y el Mediterráneo.

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Hoy en día, nuevos barcos y ferris llevan a los turistas a recorrer este tramo del río dentro de la ruta entre Lyon y Aviñón. Hay, por ejemplo, un crucero, el Lunch Cruise Avignon, que incluye comida a bordo mientras se recorre el tramo del Ródano más cercano al puente. Otra buena manera de admirar el puente es desde uno de los servicios de transporte fluvial gratuito que une Aviñón con la isla de Barthelasse, la isla fluvial más grande de Europa y uno de los lugares preferidos por los residentes de Aviñón para relajarse.

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Uno de los momentos perfectos para visitarlo es en verano, cuando los campos de lavanda de sus alrededores están en su máximo esplendor. No hay que olvidar que estamos en plena Provenza.

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