La tranquilidad rural de Gamonal, en la provincia española de Toledo, se vio alterada por un hecho insólito: la caída del menhir de Gamonal, un monumento megalítico de entre 4.000 y 5.000 años de antigüedad, declarado bien protegido por el patrimonio histórico. El suceso, ocurrido el pasado mes de mayo, ha provocado la indignación de arqueólogos y expertos, al confirmarse que el responsable fue un agricultor local que, con buena intención, intentó enderezar la piedra utilizando su tractor.

El menhir, una gran roca de granito con características hendiduras llamadas cazoletas, se encontraba en la Laguna del Conejo, en las afueras de Gamonal. Representaba uno de los últimos vestigios prehistóricos del valle del Tajo, ya que el otro ejemplar similar, ubicado en Parrillas, había desaparecido meses antes, lo que aumentaba el temor a perder este patrimonio único.
Según un informe del Servicio de Patrimonio y Arqueología de Castilla-La Mancha, el propietario de la finca notó que la piedra estaba inclinándose peligrosamente tras las lluvias recientes y decidió intentar corregirla “para evitar que se desplomara”. Sin embargo, al aplicar fuerza con el apero de su tractor, el bloque se deslizó desde la base y se salió del hueco original, quedando aún más ladeado hasta colapsar completamente.
El hombre aseguró ante la Guardia Civil (Seprona) que detuvo el intento al ver el riesgo de daño, pero ya era demasiado tarde. Cuando los técnicos de la Delegación Provincial de Cultura y Deporte acudieron al sitio, hallaron evidencias de la maquinaria utilizada, así como marcas de erosión y desplazamiento que contribuyeron al derrumbe del monumento.
El incidente desató una fuerte crítica por parte de especialistas y defensores del patrimonio. Miguel Méndez, miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, lamentó la situación y denunció “la desidia institucional con los bienes arqueológicos”.

Aunque la intención del agricultor no fue maliciosa, podría enfrentarse a una sanción económica, ya que el menhir estaba protegido por el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Talavera de la Reina desde septiembre de 2024. Las autoridades judiciales evalúan si corresponde abrir un expediente sancionador, que podría oscilar entre los 400 y 600.000 euros, según se determine la gravedad del daño.
A pesar de las propuestas de trasladar la pieza a un museo o espacio urbano, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha decidió que el menhir permanezca en su emplazamiento original, para preservar su valor arqueológico y territorial.
Hoy, el vacío en la Laguna del Conejo recuerda la fragilidad del pasado frente a la imprudencia y la falta de protección. Un monumento prehistórico que resistió miles de años a la intemperie, terminó cayendo bajo las ruedas de la modernidad y la buena fe de un vecino preocupado.
