Se ha descubierto una nueva especie de sapo en Brasil que es de color naranja brillante, lindo y venenoso.
Se han descubierto pequeños sapos de color naranja neón conocidos como «sapos calabaza» en la cordillera de Mantiqueira en Brasil. Los sapos miden menos de 2 centímetros pero llaman la atención por su llamativo color naranja.
A pesar de su apariencia única, originalmente se pensó que los sapos pertenecían a la especie B. ephippium existente cuando se descubrieron en 2016. Ahora se ha confirmado que son una especie única de Brachycephalus.
El autor del estudio publicado en Plos One, Ivan Nunes, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad Estatal de São Paulo, señaló la importancia del descubrimiento, diciendo: ‘El mejor momento como científico es cuando se mira algo y tú eres la única persona que lo sabe en ese momento. La nueva especie de sapo también tiene algunos rasgos únicos más allá de su apariencia naranja’.
En el estudio, se señaló que la nueva especie «se puede distinguir de todas las especies del grupo de especies de B. ephippium en función de los caracteres morfológicos (especialmente la osteología y la forma de la cabeza)». Hay «divergencia en las secuencias de genes de ADN mitocondrial parcial» en comparación con B. ephippium, y también tiene manchas oscuras descoloridas en el cráneo. Con esto en mente, los sapos son bastante únicos.
Los sapos recién identificados son venenosos, pero su amenaza para los humanos es insignificante. De hecho, los humanos pueden tocar a los animales pequeños, pero deben tener cuidado de que el sapo no entre en contacto con su boca o sus ojos. Los anfibios segregan un veneno llamado tetrodotoxina, y este veneno puede surtir efecto si se ingiere o toca una herida abierta.
Estos sapos también brillan cuando se exponen a la luz ultravioleta, aunque no está claro qué beneficio le da este rasgo al animal y, por lo tanto, se continuará investigando.
Todavía hay muchas cualidades misteriosas por descubrir en estos sapos. Los científicos aún tienen que determinar la vida útil de estos animales en la naturaleza, o cuántos de ellos hay. Por el momento, los investigadores creen que puede haber un par de cientos en el área donde fueron descubiertos.
El profesor Nunes ha dicho que esperan realizar más investigaciones sobre las nuevas especies y determinar las mejores prácticas de conservación para ellas.