En un acto de previsión y compromiso con la seguridad, el Zoo de Miyashiro, ubicado en la apacible prefectura de Saitama, Japón, llevó a cabo un simulacro poco convencional pero sumamente necesario: la recreación de la fuga de un tigre blanco después de un terremoto.
En este escenario simulado, el equipo del zoológico actuó con determinación y precisión. Un cuidador asumió el papel del tigre, desplazándose estratégicamente para dar realismo a la situación. Mientras tanto, otros miembros del personal se movilizaron rápidamente para asegurar la zona y proteger a los visitantes.
El ejercicio no solo sirvió para poner a prueba los protocolos de emergencia del zoológico, sino también para recordar la importancia de la coordinación y la comunicación en momentos críticos. Cada individuo conocía su papel y actuaba en consonancia, con el objetivo común de garantizar la seguridad de todos los presentes.
El director del departamento, Masanaga Jincho, enfatizó la relevancia de estos simulacros para la tranquilidad y protección de los visitantes. Esta práctica anual refleja el compromiso del zoológico con la seguridad y el bienestar de sus residentes, tanto humanos como animales.
Este evento, aunque insólito, destaca la preparación constante de Japón ante los riesgos naturales y la dedicación del personal del zoológico para afrontar cualquier eventualidad con profesionalismo y eficacia. En un país propenso a desastres naturales, la anticipación y la acción coordinada son clave para garantizar la seguridad en todos los ámbitos de la vida.