Pensada como un refugio para excursionistas y caminantes a lo largo del paso de Forcella Marmarole, dicho sitio situado a 2.667 metros se llevó a cabo tras la solicitud por parte del Club Alpino Italiano de tener un sitio gratuito para los aventureros que necesitaran un sitio donde protegerse de las condiciones extremas del clima
Ubicado sobre uno de los acantilados en Dolomitas, ese es el emplazamiento elegido por la firma de arquitectura Demogo para uno de sus proyectos más recientes: Bivouac Fanton, una cabaña ubicada en la cordillera de Marmarole.
La historia de este espacio comienza en los años 60, cuando se intentó transportar un pequeño vivac prefabricado a la Forcella Marmarole. En aquella oportunidad, las operaciones fueron un fracaso debido a las condiciones climáticas desafiantes, puesto que es un lugar extremo y con una logística compleja de gestionar.
Tiempo después, concretamente en 2015, el estudio italiano Demogo obtuvo el primer puesto en un concurso de diseño donde participaron más de 270 firmas de arquitectura. Y a partir de ahí se encargó de desarrollar los estudios técnicos del proyecto.
“La cabaña toma forma a partir de la dimensión inclinada del emplazamiento, sigue la diagonal e inventa un espacio particular en sinergia con el voladizo. El edificio se convierte en un telescopio que permite a los habitantes enmarcar el paisaje alpino”.
La estructura en sí, por su parte, tiene integrados dos paneles fotovoltaicos, especialmente pensados para garantizar un mínimo de autonomía energética para la instrumentación.
Cómo es este refugio por dentro
12 camas ocupan los laterales del refugio, mientras una escalera lo atraviesa longitudinalmente ofreciéndose como espacio común, hasta un punto que queda completamente suspendido sobre el acantilado.
Si bien no está pensada para largas estancias, sin lugar a dudas se define como un proyecto utilitario para los aventureros que se embarquen en una desafiante caminata de cinco horas desde donde comienzan los senderos de Marmarole.
“No hay que olvidar que los vivacs son arquitecturas de supervivencia que nacen para dar puntos de apoyo a los exploradores de la montaña”, ya que a 2600 metros de altitud las condiciones pueden tornarse difíciles, y no hay servicios ni agua.
Por sus singulares vistas y propósito, esta estructura es una de las más creativas maneras de estar suspendidos entre las nubes, con la cultura de la montaña esperando acoger a cualquiera que esté en la altura.