En la tranquila región de Åkerneset, Noruega, una amenaza natural se cierne sobre la vida cotidiana de sus habitantes. Desde hace décadas, la montaña de Åkerneset, una imponente formación rocosa, ha mostrado signos de inestabilidad, y según los expertos, es solo cuestión de tiempo antes de que provoque un devastador tsunami con olas que podrían alcanzar hasta 80 metros de altura.
La montaña de Åkerneset se ha estado desprendiendo lentamente, moviéndose hasta 10 centímetros por año hacia el fiordo Sunnylvsfjord. Este movimiento ha sido monitoreado cuidadosamente por geólogos como Lars Harald Blikra, quien lleva más de 20 años estudiando la fisura para la Dirección de Recursos Hídricos y Energía de Noruega (NVE).
«Toda esta ladera de la montaña es inestable y se mueve, lo que podría provocar un gran corrimiento de tierras«, comenta Blikra. Según un informe de evaluación de riesgos, hasta 54 millones de metros cúbicos de roca podrían derrumbarse, generando olas gigantes que llegarían en minutos a varias aldeas a lo largo de los fiordos.
A pesar de la amenaza constante, los residentes de las aldeas más vulnerables, como Hellesylt y Geiranger, mantienen la calma. Olav Arne Merok, un anciano de Geiranger, reflexiona sobre la posibilidad de un desastre: «No se puede vivir con esta idea constantemente en la cabeza, no se podría vivir«. Esta resiliencia es compartida por muchos, quienes confían en los sistemas de alerta y en las medidas de emergencia bien establecidas.
Åkerneset es una de las montañas más vigiladas del mundo, con una red de instrumentos que miden sus movimientos en tiempo real. Aunque el riesgo es grande, los geólogos aseguran que habrá señales de advertencia suficientes para evacuar a la población con antelación.
El alcalde de Stranda, Einar Arve Nordang, destaca la preparación del municipio para un posible desastre: «Todos estamos listos y cada autoridad sabe lo que debe hacer«. Los planes de evacuación están en marcha, y se utilizarán múltiples canales de comunicación, desde SMS geolocalizados hasta redes sociales como Facebook y TikTok.
Mientras tanto, los expertos evalúan opciones para retrasar el inevitable colapso, como el drenaje de agua de la montaña, aunque estas soluciones son complejas y costosas.
A pesar de la constante amenaza, los pobladores de Åkerneset han aprendido a vivir con la incertidumbre, manteniendo una calma admirable ante lo que podría ser una de las mayores catástrofes naturales de Noruega. Para ellos, la vida sigue, con la montaña vigilada y sus mentes en paz, sabiendo que están preparados para lo peor.