Un paseo cotidiano en Tel Aviv se convirtió en un descubrimiento arqueológico extraordinario cuando Dafna Filshteiner, de tan solo 12 años, recogió lo que parecía ser una piedra común y terminó encontrando un amuleto egipcio de 3.500 años de antigüedad.
El objeto, identificado como un escarabajo tallado con inscripciones jeroglíficas, fue confirmado por la Autoridad de Antigüedades de Israel como una pieza del período del Imperio Nuevo de Egipto. Este escarabajo tiene grabados fascinantes, incluyendo dos escorpiones, el jeroglífico “nefer” (que significa «bueno» o «elegido») y un motivo que recuerda a un bastón real.
Dafna, intrigada por las decoraciones de la supuesta piedra, mostró el hallazgo a su madre, quien inicialmente pensó que era una cuenta o un objeto sin valor. Sin embargo, la persistencia de la niña la llevó a buscar más información en Internet, lo que confirmó que se trataba de algo especial.
“Me di cuenta de que era diferente y llamamos a la Autoridad de Antigüedades”, relató Dafna.
El significado detrás del escarabajo
El escarabajo era un símbolo sagrado en el antiguo Egipto, asociado con la creación y el renacimiento. Los egipcios veneraban a este insecto por su capacidad de dar vida, al colocar sus huevos en bolas de estiércol que protegían a las crías. Además, el diseño del amuleto hace referencia a la diosa Serket, protectora de las mujeres embarazadas, reforzando su simbolismo de protección y vida.
Un hallazgo histórico y significativo
El lugar del descubrimiento, cercano a Tel Qana, es un sitio arqueológico clave de la Edad del Bronce Temprano, lo que resalta la relevancia del objeto. Según los arqueólogos Yitzhak Paz y Amit Dagan, este escarabajo brinda nuevas perspectivas sobre la influencia egipcia en la región de Yarkon.
“La riqueza de detalles en este escarabajo aporta información valiosa sobre las conexiones culturales entre Egipto y esta región durante el Imperio Nuevo”, señalaron los expertos.
El escarabajo será exhibido en el Campus Nacional Jay y Jeanie Schottenstein para la Arqueología de Israel, donde podrá ser admirado por el público. Además, Dafna y su familia recibieron un certificado de excelencia por su contribución al patrimonio cultural.
Este asombroso hallazgo nos recuerda que, incluso en los actos más cotidianos, la historia puede estar a nuestros pies, esperando ser descubierta.