Kaz y Mariko Yamaguchi de Japón, decidieron invertir su dinero en un viaje alrededor del mundo en lugar de una boda. Su viaje duró 400 días con un presupuesto de 62 dólares diarios.
“Ahorramos dinero por dos años completos. Disminuimos nuestros gastos, incluyendo vivir en un apartamento muy pequeño y barato en Japón. Mientras viajamos, trabajamos a empleos a distancia en nuestras carreras profesionales, haciendo dinero que nos permitía seguir expandiendo los días de viaje”, explicó la pareja.
Cuando encuentras a alguien con quien viajar y compartes una pasión por la aventura, el resultado puede ser asombroso. Kaz y Mariko nos cuentan cómo lograron viajar con un presupuesto limitado alrededor del mundo.
“Somos viajeros con bajo presupuesto, nos quedamos en hostales de 10 dólares. Muchas veces nos quedamos en lugares que no son cómodos, pero vale la pena por la experiencia de seguir viajando”, comentó el Sr. Yamaguchi.
Con un presupuesto diario de 62 dólares, que incluía comidas, transporte, hoteles, ropa y medicinas, la pareja pudo recorrer 400 países y utilizar tres drones para documentar sus aventuras.
La pareja se volvió famosa por sus fotos y videos aéreos alrededor del mundo, a pesar de no tener experiencia previa en volar drones o hacer videos para YouTube.
“Cuando planeamos nuestra luna de miel, vimos muchos videos en YouTube. Pensamos que podríamos tomarnos selfies alrededor del mundo para hacerlo más épico”, comentó el Sr. Yamaguchi, quien no tenía experiencia en volar, editar o hacer videos.
Durante su viaje, Kaz y Mariko visitaron lugares asombrosos, desde las planicies de África hasta volar en globo por Turquía y bailar con tribus de Etiopía. Aunque enfrentaron desafíos, incluyendo la pérdida de dos drones, el uso de drones les permitió conectarse con las personas locales de una manera única.
“Ahorramos durante un año y empezamos a planear nuestro viaje, que sería solo para nosotros. Visitamos lugares remotos del planeta con nuestro presupuesto diario de 62 dólares, haciendo amigos alrededor del mundo y creando recuerdos que durarán toda la vida”, concluyeron Kaz y Mariko.
La historia de esta pareja japonesa demuestra que, en lugar de seguir las convenciones tradicionales, es posible optar por aventuras únicas y enriquecedoras que pueden superar cualquier boda. Su decisión de darle la vuelta al mundo en lugar de celebrar una boda convencional es un recordatorio de que las experiencias compartidas pueden ser el verdadero tesoro en la vida.