Lo que parecía el hallazgo de un misterioso mensaje en una botella terminó convirtiéndose en un descubrimiento impactante para una pareja de turistas en Australia. Crystal y Rick, quienes paseaban por la costa, encontraron un recipiente arrastrado por las olas y, al ver que contenía algo en su interior, decidieron abrirlo sin imaginar lo que descubrirían.
Al destapar la botella, notaron que en su interior había arena y una nota, pero al mirar más de cerca se dieron cuenta de que lo que realmente contenía eran cenizas humanas. Desconcertados, leyeron el mensaje que las acompañaba: “Si la encuentras, arroja la botella a la marea saliente para que pueda continuar mi viaje”. Las cenizas pertenecían a Geoff, un hombre que en vida pidió a sus seres queridos ser despedido de una manera poco convencional: navegando por las corrientes marinas en una botella.
El impactante hallazgo fue compartido en redes sociales, donde rápidamente se hizo viral. La publicación, titulada con humor negro como “¡Uy, lo siento, Geoff!”, desató miles de reacciones. Mientras algunos usuarios se solidarizaron con la pareja, otros no tardaron en bromear sobre la insólita situación con comentarios como “Parece que su viaje ha terminado dos veces” o “Bueno, de cualquier modo, bienvenido a Australia, Geoff”.
Esta historia también reveló una práctica poco conocida pero con gran significado: el uso de botellas para esparcir cenizas y permitir que un ser querido continúe su viaje incluso después de la muerte. Según el portal Scattering Ashes, este ritual, conocido como “El último viaje del viajero”, consiste en sellar cenizas dentro de una botella junto a un mensaje y lanzarla al mar con la esperanza de que las olas la lleven a recorrer el mundo.
Para Crystal y Rick, lo que comenzó como una simple caminata por la playa se convirtió en una historia que jamás olvidarán. Y para Geoff, su viaje por las aguas continúa.
