Una pasajera británica se volvió viral tras encontrar una insólita forma de evitar pagar los 70 euros que Ryanair cobra por el equipaje de cabina. Todo ocurrió en un vuelo desde Leeds hacia Palma de Mallorca, cuando el personal de la aerolínea low-cost detectó que su maleta excedía mínimamente las medidas permitidas. La solución de la viajera fue tan simple como creativa: vaciar su valija en una bolsa de basura y regresar a la puerta de embarque con su “nuevo equipaje improvisado”.
“Soy una solucionadora de problemas, y lo resolví”, declaró la mujer, identificada como Sadler, al Daily Mail. “Después de cómo me habló el empleado, no les iba a dar mi dinero bajo ninguna circunstancia”. Su respuesta fue aplaudida por otros pasajeros, quienes incluso grabaron la escena y contribuyeron a que el video se volviera tendencia en redes sociales.
Más allá del gesto rebelde y humorístico, el incidente reavivó el debate sobre las tarifas abusivas que muchas aerolíneas de bajo coste aplican por el equipaje de mano. Lo que antes era considerado un derecho básico, ahora podría costar extra si la nueva legislación europea avanza.
De hecho, el Consejo Europeo ya aprobó una propuesta que permitiría a las aerolíneas cobrar legalmente por el uso de los compartimentos superiores, lo que afectaría directamente al equipaje de cabina. Aunque países como España, Alemania, Portugal y Eslovenia se opusieron, la medida está a la espera de ser debatida en el Parlamento Europeo.
Si se aprueba, los pasajeros solo podrán llevar un artículo personal gratuito, que deberá caber bajo el asiento delantero. Todo lo demás, incluso la clásica valija de cabina, podría tener un coste adicional.
Mientras tanto, historias como la de Sadler no solo arrancan carcajadas, sino que reflejan el creciente malestar de los viajeros con políticas cada vez más restrictivas. Y también nos recuerdan que, a veces, una bolsa de basura puede ser más poderosa que una tarjeta de crédito.
