¿Volar barato es volar inseguro? Esa es una de las dudas más comunes entre quienes se enfrentan a la decisión de elegir entre una aerolínea tradicional y una de bajo costo. Pero según Savina Paül, piloto española especializada en vuelos de largo recorrido, la respuesta es contundente: “Son igual de seguras”.
En un video que publicó en su cuenta de TikTok, Paül derribó uno de los mitos más extendidos sobre las low-cost, como Ryanair o EasyJet, que suelen ofrecer tarifas mucho más accesibles que compañías como Iberia o Emirates. “Todos los aviones pasan por los mismos controles. Todos los pilotos se entrenan igual. Lo único que cambia son los servicios a bordo”, afirmó la piloto.

La seguridad no se negocia
El dato lo confirma la estadística: el avión es el medio de transporte más seguro del mundo, con una probabilidad de una muerte cada 13,7 millones de abordajes, según el MIT. Este nivel de seguridad se mantiene gracias a las exigentes normativas internacionales que todas las aerolíneas, sin excepción, deben cumplir.
Savina explica que en el 99% de los vuelos todo transcurre normalmente, pero los pilotos están preparados para responder ante cualquier emergencia: “Nos entrenan para manejar fallos eléctricos, incendios, mal clima o problemas con los motores”, aseguró.
¿Qué se pierde al volar low-cost?
Según Paül, lo que diferencia realmente a una aerolínea low-cost de una tradicional es la experiencia de vuelo, no la seguridad. Menos espacio, sin menú incluido o cargos por el equipaje son el precio que se paga por una tarifa más baja. Pero el mantenimiento del avión, los chequeos previos y el entrenamiento del personal cumplen los mismos estándares internacionales.
Ruidos, botones y mitos
Además de aclarar que volar barato no significa volar menos seguro, la piloto también despejó dudas frecuentes que suelen generar ansiedad en los pasajeros. Por ejemplo, los ruidos antes del despegue: “Es totalmente normal. Son los sistemas hidráulicos y los controles de vuelo poniéndose en marcha”, explicó.

También reveló un dato curioso: los aviones están diseñados con sistemas redundantes para garantizar la seguridad. “Siempre hay un plan B si algo falla. Por eso hay tantos botones en la cabina”, dijo entre risas.