Un nuevo incidente ocurrió en el Museo de la Caballería Real en Londres, Inglaterra, cuando una turista fue mordida por un caballo de la Guardia Real británica mientras intentaba tomarse una fotografía junto al animal.
La mujer, vestida con una gorra de béisbol negra y una camiseta negra de Pink Floyd, se acercó demasiado al caballo a pesar de las claras señales de advertencia que indicaban que este podría morder o dar patadas. Este es un sitio muy popular de la ciudad de Londres, que diariamente aglomera cantidades de turistas que van en búsqueda de obtener una buena fotografía, no solo con los animales que se encuentran alrededor, sino con los icónicos guardias del rey.
El caballo, de color negro, se encontraba visiblemente molesto por la aglomeración de los visitantes, giraba su cabeza y resoplaba en un intento de advertir a las personas de que se mantuvieran a distancia. El percance sucedió luego de que la mujer, aparentemente despreocupada por los riesgos, se situara junto al caballo, al lado del cartel que decía «el caballo puede patear o morder«.
En un movimiento repentino, el caballo mordió el brazo de la turista, que corrió hacia sus amigos mientras la multitud observaba impresionada lo que acababa de suceder, ya que ella se quejaba y gritaba de dolor. Aunque los amigos de la turista reaccionaron rápidamente, miraron las heridas e intentaron calmarla, la situación se agravó cuando ella comenzó a perder el conocimiento y colapsó, cayendo completamente al suelo.
Uno de los guardias, al mirar lo que estaba pasando, utilizó su espada y señaló al camarógrafo que se encontraba grabando el video para que fuera y buscara ayuda de un oficial de policía. Mientras los oficiales llegaban a atender a la mujer que se encontraba desmayada, otros turistas estaban intentando acariciar al animal aún inestable.
A pesar de las advertencias que hay alrededor del Museo de la Caballería Real, muchos turistas parecen ignorar esos peligros y, en muchas ocasiones, colocan en riesgo su propia integridad y la de las demás personas que se encuentran en el sitio. Este no es el primer caso que pasa, ya que en junio de 2024, un turista colapsó frente al Palacio de Buckingham después de que, aparentemente, un caballo de la Guardia Real le diera un cabezazo. En mayo del presente año, otro animal mordió a otro visitante mientras posaba para una fotografía.