Como fotógrafa, desde hace algunos años comencé a viajar con el proyecto de documentar lo que pasa fuera de casa. Y es que no quería solo ver ciudades bonitas o peculiares, quería tener experiencias.
Que mi cámara pueda grabar no sólo los lindos rincones que tiene el mundo sino lo que pasa en ellos, cuáles son sus curiosidades, sus secretos. Entender la identidad de los países que visito a través de celebraciones, comidas típicas, festejos, fechas nacionales, trabajos únicos, expediciones. Qué los hace diferentes, qué los identifica.
Por eso, aquí comparto 9 experiencias de viaje que, a mi criterio, son imperdibles:
1. Recorrer Svalbard en trineo de perro
Entre Noruega y el Polo Norte existe la ciudad más al norte del mundo, Longyearbyen en Svalbard. ¿Cómo se vive en el Polo Norte? ¿Qué hay en él? La mejor forma de imaginarnos que pasa allí es tomando un trineo de perro y recorrer el desierto blanco que se da con el océano congelado que cubre la isla.
Locales preparan los trineos y deben cargar sus escopetas, pues la isla tiene más osos polares que personas y es tal vez el peligro más grande que enfrenta la población.
2. Festival de la Holi en India
Olvidarse de todos los problemas y colorear la vida, de eso se trata esta celebración. Termina el invierno, comienza la primavera, es momento de amigarse con tus vecinos y amigos. Es momento de perdonar, ser libre, disfrutar.
Llegué a Mathura con la cámara en mano pero me encontré con un pueblo que me abrió sus puertas, no como fotógrafa, sino como una simple amiga que celebra la vida. Adoptada por una familia, festejé con sus vecinos, bailé sus canciones por la calle y jugué con pintura y agua cual niño.
3. Cruzar la cordillera de los andes a caballo (de Argentina a Chile)
Fue algo único en la historia del Sudamérica y hoy 201 años después sigue siendo algo único. Me encontré conmemorando en primera persona, uno de los más emblemáticos movimientos revolucionarios, el legendario cruce de la cordillera de los andes que libertó Argentina, Chile y Perú.
Nuevamente con cámara en mano, parto a una exigida cabalgata de ocho días que promete revivir cada paso del libertador.
4. Procesión de Viernes Santo en Enna, Italia
Un pequeño poblado en lo alto de las colinas Sicilianas se paraliza en viernes santo. Desde el duomo del centro de la ciudad hasta el cementerio de sus afueras se da la procesión más impactante de la isla. 16 cofradías marchan encapuchados respetando sus ancestrales vestuarios acarreando a la Virgen María y el cuerpo de Jesucristo.
5. Presenciar un entrenamiento Sumo en Japón
Una de mis mayores sorpresas en este país. Una práctica que habla de devoción, sacrificio y mucha pasión. El 90% de los sumos de cada heya no son asalariados, así que viven todos juntos.
Tal vez eso fue lo que más me sorprendió, nos demuestra que cuando uno decide convertirse en uno de estos luchadores debe abandonar desde sus hábitos hasta su hogar y dedicarse puramente a entrenar, pues se despojan de toda economía e independencia solo por llegar a convertirse en uno de los grandes.
6. San Patricio en Irlanda
Colmada de gente, alegre, divertida, relajada, eso es Dublín y ni que hablar si la visitamos en San Patricio. Las calles son una procesión de trajes verdes y gente sin vergüenza que se divierte haciendo el ridículo sanamente.
Despedidas de soltero, viajes entre amigos, estudiantes, irlandeses locos, todos unidos en alguna esquina o en algún bar cantando a los gritos los temas de U2. Música en vivo, Guinness por doquier y el desfile que enorgullece a los irlandeses en su día.
7. Recolectar hojas de té junto con las tea plucker y probar el galardonado Ceylon tea
El té de Ceylon es considerado el té más rico del mundo. Y para que un té clasifique como tal debe ser recolectado, fabricado y envasado en tierras srilanquesas.
Llegué a Sri Lanka con la idea de adentrarme en las tierras altas, pero no solo para degustar una buena taza de té en sus tierras de origen, sino que para observar el trabajo artesanal de estas mujeres que eligen manualmente las hojas en buen estado que luego serán la base de la infusión.
8. Cazar auroras boreales
Pocas cosas siguen enloqueciendo a la humanidad como las luces del norte. Pero ir a su encuentro no es tan sencillo como en las fotos. Se necesita perseverancia, mucha resistencia al frío, una pizca de insomnio y por supuesto, suerte.
Una búsqueda que desvela incluso a las poblaciones que las tienen frente a sus ojos a menudo. Siempre se puede ver mejor, siempre pueden ser más lindas. Les presento a las coquetas y perfectas auroras boreales.
9. Fin de año en Times Square, New York
Y porque la vida es linda, y cada año es una oportunidad. Porque Nueva York se encarga de hacernos sentir que la vida es una comedia musical de Broadway y todo puede pasar. Tal vez esta sea la celebración más cosmopolita que documente, tenga tintes de muchos países a la vez, pero de eso se trata esta magnífica ciudad, ¿No?.
Una cuenta regresiva al coreo de un millón de personas, promesas de un nuevo año y lo mejor; los besos de medianoche, las postales que nos regala fiesta de película al estilo que nos ha acostumbrado Norteamérica.