Una decisión que cambiará la experiencia de vuelo de miles de pasajeros. La aerolínea WestJet anunció un cambio clave que afectará a 43 aviones de fuselaje estrecho, incluidos los modelos Boeing 737-8 MAX y 737-800: los asientos económicos estándar ahora tendrán reclinación fija, y quienes quieran inclinarse deberán pagar un extra en las cabinas Extended Comfort o Premium.
Según un portavoz de la aerolínea, la medida busca evitar molestias entre pasajeros y optimizar la experiencia a bordo mientras se mantienen tarifas competitivas. “En pruebas con viajeros, la mitad indicó que prefería la reclinación fija para no sentirse invadidos por otros pasajeros”, explicaron.
El primer avión con la nueva configuración comenzará a operar a finales de este mes, y los 42 restantes se completarán a comienzos del próximo año, impactando principalmente a quienes viajan a Estados Unidos, Hawái, Puerto Rico y Washington D.C., donde WestJet mantiene rutas regulares.
Con esta medida, la aerolínea busca equilibrar comodidad y costos: los pasajeros tendrán más espacio percibido y menos conflictos en los vuelos, mientras que quienes busquen reclinarse o más confort podrán optar por las cabinas premium pagando un extra.
Aunque para algunos viajeros frecuentes esta decisión podría parecer controvertida, desde la compañía aseguran que es parte de una estrategia más amplia para ofrecer tarifas bajas sin sacrificar la experiencia de vuelo. La reclinación fija promete reducir los conflictos clásicos de los vuelos económicos y mejorar la percepción de espacio, un detalle que podría cambiar la forma en que muchos eligen sus asientos en el futuro.
